Poco más de un año después de comenzar a gestarse su construcción en los Astilleros Garrido de O Grove, la dorna "Sara" recibió ayer su bautismo de mar, un acto en el que participaron una importante representación de las embarcaciones tradicionales mecas.

Con la tipología de una dorna de tope, "Sara" reúne en su casco la tradición de estas embarcaciones que se dedicaban a la pesca y al transporte de mercancías por la ría de Arousa desde hace siglos, con la modernidad en las técnicas de navegación, un experimento que nunca antes se había realizado. Además, la embarcación también recoge todas las comodidades de la náutica actual.

Padres del mismo son el armador de la embarcación, Avelino Ochoa; el ingeniero que la diseñó, Íñigo Echenique; y su constructor, José Garrido, que no dudaron en ser los primeros en disfrutar de su primera navegación. Ésta fue casi hasta la isla de Areoso, ubicada en el corazón de la ría de Arousa, escoltada en todo momento por las embarcaciones tradicionales que pertenecen a la asociación Amigos da Dorna Meca.

Mide 8,40 metros de eslora y sus cuadernas se han realizado en madera de iroko, mientras que los forros son de caoba, en madera alistonada. Para la cubierta se ha recurrido a la teca laminada. Si su exterior ya permite distinguirla de una dorna de tope normal, es en su interior donde se encuentran las principales novedades, ya que lleva todo tipo de aparatos (GPS, Plotter, ...)y cuenta con varios camarotes para los tripulantes.

En cuanto a la arboladura, cuenta con vela cangreja en la mayor, con botavara, trinqueta y una génova, además de una vela gennaker para aprovechar el viento.

Su construcción se pudo seguir prácticamente desde su comienzo a través de internet, donde se abrió un blog en el que explicaba sus principales características y cuales son los secretos que oculta. Un ejemplo es la descripción que figura en el blog: "Sara es una dorna de tope con técnicas de carpintería actuales: alistonada, con cubierta cómoda y habitable, dotada de cocina y baño, dos camas, armada de vela cangrejera, foque y trinqueta y provista de todos los avances técnicos en cuanto a electrónica".

A través de este blog, los que fueron siguiendo paso a paso la evolución de su construcción vieron como en junio del año pasado, y como manda la tradición, se mojaba la quilla con vino, además de la creación de la popa, el "enramado", la colocación de calzos y otros procesos semejantes, entre ellos la construcción de la cabina, que dio comienzo en diciembre.

Este mismo año, en enero los trabajos se centraron en la cubierta e interiores de la dorna, mientras que en febrero culminó el proceso de encolado de la cubierta y la preparación de un elemento tan importante como la bitácora, donde se encuentran los aparatos electrónicos y mecánicos para la navegación.

Un mes más tarde, con la cubierta finalizada, se celebró una pequeña fiesta de colocación del "ramo", al tiempo que seguían los preparativos del interior de la nave.

En abril se inició la fase de "banceado" o forrado, considerada la operación más compleja y meticulosa.

Los interiores y la bitácora recibieron aceites, saturadores y demás tratamientos de nutrición y protección de la madera ya en el mes de junio.

Todo este proceso finalizó en el día de ayer, cuando la dorna Sara recibió su primer bautismo de mar y se convirtió en un referente de la navegación actual y pasada.