Después de que ayer no se registraran cambios significativos, la marea roja mantiene cerrados en Galicia aproximadamente el 60% de sus polígonos bateeiros dedicados al cultivo de mejillón.

La incidencia de las toxinas, tanto amnésicas (ASP) como diarreicas (DSP) o lipofílicas se hace notar, con mayor o menor intensidad, en todas las rías de la comunidad autónoma, manteniéndose la de Pontevedra como la más castigada, con sus ocho polígonos bateeiros cerrados.

A ellos hay que sumar siete polígonos de la ría de Vigo donde se prohíbe la extracción de moluscos bivalvos cultivados en viveros flotantes, autorizándose la actividad en los Redondela A, B, C, D y E.

Algo parecido ocurre en la ría de Arousa, donde también están cerrados siete polígonos, como son los cuatro de Meloxo (O Grove), el Ribeira C -donde permanece fondeada la jaula de cultivo experimental de salmones- y los Cambados C-Norte y Cambados C-Sur.

La diferencia es que en la ría arousana, la más productiva de Galicia y la de mayor número de parques flotantes en sus aguas, aún quedan disponibles prácticamente otros 18 polígonos bateeiros.

Tampoco se permite extraer mejillón en los dos polígonos de las ría Ares-Betanzos, y la prohibición afecta, igualmente, al único existente en la de Baiona, al único presente en la ría Corme-Laxe y a los tres existentes en Muros-Noia.

Las últimas resoluciones del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) prohibían la extracción de moluscos bivalvos cultivados en viveros flotantes en polígonos como el Vigo A.

En dichas instalaciones analíticas, asentadas en Vilaxoán (Vilagarcía), notificaron también el “levantamiento del cierre” que pesaba sobre el Cangas E para el mejillón que estaba afectado por la toxina amnésica (ASP), aunque la zona seguía cerrada por la acción de las lipofílicas, con fuerte presencia de la diarreica (DSP).