Antonio Luis Pérez, popularmente conocido como “Cachicho”, es un vecino de O Grove residente en Porto Meloxo que, a sus 43 años, expone una interesante exposición fotográfica en la que, además de ofrecer buenas imágenes obtenidas en su pueblo, plasma su amor por la naturaleza. Siempre le gustaron los pájaros y los animales en general, “como a tanta gente”, pero fue hace seis años, “cuando nació mi hija”, cuando empezó a descubrir algo que llevaba oculto, casi sin saberlo. “A base de pasear con la niña por Rons, Siradella y otros lugares, empecé a sacar fotografías de todo tipo de aves, pero sobre todo de esos pájaros pequeños que están continuamente a nuestro alrededor, aunque a veces no nos demos cuenta de ello”, relata. Así, compaginando su trabajo de albañil con el papel de padre y su afición por la fotografía, nació un gran ornitólogo.

Ahora Antonio Luis Pérez expone algunas de sus mejores imágenes en el Bar Manos de la calle Pombal, un local convertido una vez más en punto de expresión cultural. Se trata de una recopilación de una veintena de fotos, aunque su autor confiesa tener varios miles.

“Todo empezó como una distracción puntual, pero poco a poco le fui cogiendo el gustillo”, relata este fotógrafo y ornitólogo grovense, que empezó utilizando “una sencilla cámara analógica” con la que, casi a diario, se daba cuenta de que su trabajo era “un auténtico desastre, pues de cada veinte fotos que revelaba apenas salía bien una de ellas”. Pero “aquel gusanillo” que notaba lo llevó a comprar una cámara digital y, poco a poco fue adquiriendo nuevo y mejor material para sus equipos, “y ahora es una maravilla poder hacer fotos de pájaros”.

Dice que le relaja, y confiesa que “hay que tener suerte, y sobre todo mucha paciencia, pues a veces puedes hacer una sentada de casi cuatro horas esperando para sacar una buena foto y al final de la mañana te vas a casa sin ella”. Y es que lo que él hace no resulta nada sencillo, pues no es como acudir a la ensenada de O Bao para sacar fotos de las limícolas allí presentes de manera casi permanente. “Eso está bien, y de hecho viene gente de muy lejos para sacarles fotos, pero a mi me resulta un tanto aburrido, por eso prefiero pasear por el monte y tratar de fotografiar pájaros pequeños”.

“Cachicho” espera que ahora la gente pueda disfrutar de sus imágenes, aunque advierte una vez más de que las tomó sin mayores pretensiones que la de alcanzar la satisfacción personal que le dan sus dos grandes aficiones: la fotografía y la ornitología.