La cofradía de la Segunda Estación de Vilagarcía ha decidido quedarse al margen -como han hecho buena parte de los representantes eclesiásticos gallegos- de la polémica decisión de algunos colectivos para que los nazarenos y costaleros llevasen crespones blancos durante las procesiones de Semana Santa, en señal de repulsa al debate abierto sobre la reforma de la ley del aborto.

Los cofrades ni tan siquiera han tocado el tema en sus asambleas, dejando el apoyo o el rechazo al aborto para la esfera privada y evitando politizar las procesiones, manteniéndolas al margen en el estricto ámbito religioso. Esta decisión contradice al llamamiento efectuado desde la Conferencia Episcopal Española, desde donde se han puesto en pie de guerra para frenar el posible debate de reforma de la ley del aborto que se promueve desde el gobierno central.

Por lo demás, la preparación de las procesiones, para cuyo inicio falta exactamente una semana, sigue con los avatares propios de estas actividades. Lo único que temen desde la Cofradía, hoy por hoy, es al tiempo, dado que las previsiones anuncian la entrada de una borrasca el próximo miércoles.

La cantidad de voluntarios que este año han decidido colaborar con la Segunda Estación se han incrementado con respecto a otras ediciones. Casi 50 personas se han ofrecido para ocupar los puestos de costaleros y muchas otras han hecho saber su apoyo para cualquier cosa que fuese necesario. Los cofrades comenzarán a trabajar mañana mismo con el montaje de las imágenes, que se lleva a cabo dentro de la iglesia de Santa Eulalia.