El capitán del mercante chipriota "Doxa" tuvo que ser ingresado en el Hospital Comarcal do Salnés al diagnosticársele una neumonía derivada, muy probablemente y según el equipo médico que lo está atendiendo, de una excesiva inhalación de humo durante los minutos que duró el siniestro. El capitán Kraus, de nacionalidad griega, empezó a sentirse algo mareado y con fuertes dolores de cabeza a media tarde del martes. Desde las inmediaciones del hotel Castelao en el que está hospedado se llamó de inmediato a un taxi que lo desplazó hasta el Hospital Comarcal donde permaneció ingresado en el departamento de urgencias durante toda la jornada de ayer. El equipo médico explicaba ayer que la neumonitis suele manifestarse 48 horas después de la inhalación excesiva de gases y esto, al parecer, es lo que ha ocurrido en este caso.

Al cierre de esta edición el capitán Kraus permanecía ingresado en observación a la espera de los resultados de unos análisis que serán determinantes para decidir si se le da o no el alta.

El capitán no ha sido el único en tener que ser atendido en el centro hospitalario comarcal. Por los mismo síntomas fue atendido otro tripulante del "Doxa", el jefe de máquinas, al que también se le diagnosticó dicha dolencia.

Declaraciones

Por su parte, el resto de los marineros y tripulantes del mercante chipriota declararon ayer por la tarde en las dependencias de la Capitanía Marítima de Vilagarcía que junto con la Guardia Civil intentan mediante esta vía determinar las posibles causas del incendio que calcinó buena parte de la estructura del barco que a día de hoy permanece atracado en la rada arousana a la espera de que la empresa armadora (cuyos representantes se encuentran también en la capital arousana) determinen si van a repararlo o bien optan por el desguace.

Las declaraciones de los marineros, según los datos que han trascendido, fueron en la misma línea de la jornada anterior. Ninguno de ellos puede determinar la causa real del origen de las llamas dado que la mayor parte de ellos estaba durmiendo cuando ocurrió el siniestro. Todos alegaron que intentaron sin éxito apagar las llamas con los medios que tenían a bordo y que el desalojo fue rápido "aunque confuso" en el momento en que se dieron cuenta de que ya nada podían hacer para aplacar el incendio que le costó la vida a un compañero.