La creciente crisis económica y la consiguiente bajada del consumo ha repercutido también en la venta diaria de la Plaza de Abastos de Vilagarcía. Las vendedoras señalan que las ventas han caído "en picado" y que, últimamente, "no merece la pena ni salir de casa para vender nuestros productos". Lo cierto es que la bajada en el consumo ha afectado a todos los productos. Ni las verduras, ni el pescado ni la carne tienen hoy salida en el mercado y la situación, para más inri, se repite no sólo los días laborables sino incluso los sábados.

Las placeras señalan que "la gente mira, pero no compra" e insisten en que la ubicación en un extremo u otro del edificio "también influye a la hora de vender más o menos". La esperanza de las vendedoras está ahora puesta en la cercanía de las fechas navideñas. Las comidas familiares animan más a los compradores a adquirir productos como el marisco aunque "siempre se resisten un poco cuando se les dice el precio", admiten las pescantinas.

No obstante, productos delicattesen como los percebes pueden adquirirse estos días por 20 euros el kilo, mientras que las almejas se sitúan en una cantidad similar. Las pescantinas esperan que la apertura de la veda del centollo, prevista para la próxima semana, revitalice las ventas dado que es uno de los mariscos más demandados en la plaza.

Mejoras

Las demandas de las placeras fueron atendidas ayer por la concejala de Limpieza, Dolores Couso, y la de Mercados, Rosa Abuín, que se desplazaron hasta el Mercado para repartir entre los puestos de pescado cien cubos destinados a la recogida de basura.

Abuín explicó que con la dotación de estos nuevos instrumentos se facilitará enormemente el trabajo de los barrenderos dado que serán los titulares de los puestos los que trasladen la basura desde estos hasta el contenedor más cercano. Así, los operarios municipales pueden dedicar más tiempo a la limpieza de baños y azulejos y no tanto al traslado de la basura.

En una primera fase, los cubos se repartirán sólo entre los puestos del pescado para, más tarde, extender la medida al resto de los placeros.

La concejala de Mercados explicó que de este modo se optimizan los recursos existentes en materia de limpieza a la vez que se mejora de modo integral la imagen del edificio. De hecho, esta campaña se suma a la realizada hace unos meses por los mismos departamentos municipales, pero en el exterior del emblemático edificio. Fue entonces cuando se repartió una circular entre todos los puestos ambulantes del mercadillo para recordarles la obligatoriedad de dejar limpio el espacio que ocupan sus estructuras después de la celebración de los mercados del martes y el sábado.