Un aparatoso accidente en las inmediaciones de la calle Valle-Inclán ha vuelto a reabrir el debate sobre el necesario control de velocidad en el casco urbano vilagarciano. El suceso ocurrió al filo de las dos y cuarto de la tarde cuando un Audi A4 con placas de matrícula VA 2482_AD se salió de la vía empotrándose directamente contra el muro del puerto y derribando una farola del alumbrado público casi de cuajo.

Testigos de lo sucedido señalaron que el vehículo circulaba a una velocidad excesiva y que incluso podría superar los 90 kilómetros por hora. Por este motivo, y ayudado por la humedad del asfalto, el coche rodó desde la propia rotonda del puerto hasta varios metros en dirección Vilaxoán y no paró hasta que se empotró contra el muro.

Pese a la aparatosidad del accidente, el conductor salió ileso y sólo se lamentaron daños de cuantía en la carrocería del turismo.

Hasta el lugar se desplazó una patrulla de la Policía Local que se vio obligada a cortar el tráfico en las dos direcciones de la carretera dado que la farola se había doblado de tal forma que ocupaba los dos carriles. Fueron los bomberos los encargados de cortar del todo la farola para evitar cualquier situación de peligrosidad tanto para el tráfico rodado como para los peatones que circulaban por el lugar.

Nuevas críticas

El suceso de ayer no ha hecho más que aumentar la alerta entre los vecinos de Vilagarcía que insisten en la necesidad de poner en marcha un Plan de Tráfico que regule el exceso de velocidad sobre todo en los tramos urbanos con mayor densidad de vehículos.

En el ansiado Plan de Mobilidade previsto por la concejalía de Xestión do Territorio se especifica como uno de los puntos a implantar la limitación a 30 kilómetros por hora de todas las calles y avenidas centrales.

De hecho, poco tiempo antes del accidente estaba instalado en la calle Valle-Inclán un radar, otro de los elementos que el Concello pretende utilizar en distintos puntos del casco urbano para disuadir a los "kamikazes" del volante.

Izquierda Unida alertaba en el último pleno al gobierno local sobre la existencia de presuntas carreras ilegales por las vías vilagarcianas que, según el propio Fajardo, no hacen más que incrementar la inseguridad viaria en la capital arousana que, con los últimos datos registrados, vive en continua situación de alerta.