El vilagarciano Jesús Garrido Álvarez es uno de los profesores represaliados que aparece en el libro "Mestras e mestres pontevedreses depurados polo franquismo" que su autor, Anxo Serafín Porto Ucha, presenta el jueves, 15 de mayo, en el auditorio vilagarciano.

El año de la proclamación de la II República, Garrido se afilió al Partido Galeguista llegando a ejercer como vicepresidente y secretario general. Compartía siglas con otros vecinos ilustres como Dámaso Carrasco, Luis Bouza Brey, José Moreira Casal o Germán Quintela Novoa.

Su hijo Daniel Garrido recuerda que justo un año después de la proclamación, en abril de 1932, Garrido obtiene el título de maestro de primera enseñanza y en el mes de diciembre se convierte en maestro interino de la escuela de Renza. Posteriomente daría clases en Faxilde y en Zamar, dónde estaba ejerciendo el año en que se produjo la sublevación militar.

Su implicación con el Partido Galeguista provocó que el gobernador civil le apartase de su escuela "por comunista" el 1 de septiembre de 1936. Casi un año después, en verano de 1937 el boletín provincial publicaba una resolución dictando su traslado forzoso a la escuela de Barruelo de Santullano, en Palencia. "Nunca llegó a incorporarse porque siendo una zona tomada por el bando nacional tenía claro que irse allí suponía un fusilamiento seguro", explica su hija, Pilar Garrido.

Pilar es la única de los 15 hijos de Jesús Garrido y Concha Castromán que siguió los pasos de su padre y se convirtió en "maestra de escuela". Tiene otros cuatro hermanos profesores (Fita, Daniel, Conchela y Gemma) pero todos impartieron clases en el instituto: "A mi padre le hacía ilusión que uno de sus hijos fuese maestro y aunque yo al principio quise hacer Filosofía y Letras, mi marido me convenció de que empezase estudiando Magisterio". Lo hizo y se olvidó para siempre de la Filosofía. Como le ocurrió a su padre se convirtió en maestra "vocacional".

"En mi casa, la educación era primordial-explica Pilar-. Mi madre siempre decía que no tener dinero no importaba. Que lo importante era tener una educación, cultura. Así que nos obligó a todos a hacer el bachillerato elemental: quinto y sexto era opcional pero cuarto y reválida era obligatorio. A mi hermana Rita la tuvieron todo un verano castigada por no querer estudiar y después se hizo enfermera". Recuerda que en aquellos tiempos no era tan fácil como ahora: "Ibas a clase por libre y después tenías que ir a examinarte a Pontevedra".

La afición a la música de la familia Garrido procede directamente de sus padres: "Como no había tele, después de comer nos reuníamos todos y cantábamos. Si yo me sé tantas canciones gallegas es gracias a mi padre, que también tocaba la guitarra", explica Pilar. A pesar de tener que mantener a 14 hijos, (el otro bebé falleció de gastroenteritis a los tres meses), la puerta de casa del matrimonio siempre estaba abierta de par en par: "Como no teníamos dinero, mamá cocinaba platos que entonces eran de pobres pero que hoy serían delicattessen: fideos con almejas, cocido, o berberechos que nos regalaban los marineros de Carril, Y la casa se llenaba de gente".

La generosidad y el afán por la educación provocó que la casa familiar acabase convirtiéndose en una especial escuela: "Mi padre estaba obsesionado con la necesidad de que todo el mundo tuviese acceso a la educación. Pero entonces no era gratuita como ahora, así que si se enteraba de que alguien quería estudiar y no podía permitírselo lo traía a casa y no sólo le daba clases sino que comía con nosotros, como uno más e incluso se quedaba a dormir allí".

Recuerda especialmente el caso de Manola: "Un día, dando un paseo, mis padres se encontraron a una niña de 11 años que lloraba. Le preguntaron qué le pasaba y ella les explicó que venía de Barbanza para trabajar en el bar Megos, pero que no quería. Le dijeron si prefería venir a trabajar a nuestra casa y acabó siendo una hija más". Era analfabeta y su padre la educó. Algo muy común en su hogar: "También mi madre enseñaba a leer y a escribir a los hijos de la lavandera o la costurera", dice.