Admite que acuchilló a una desconocida en Marín "porque se lo pidió el diablo" y acepta tres años y medio de prisión

El acusado, ante el tribunal de la Audiencia de Ponevedra.

El acusado, ante el tribunal de la Audiencia de Ponevedra. / Gustavo Santos

El acusado de acuchillar en Marín a una mujer que paseaba por la calle, mientras sufría un brote psicótico, se declaró autor de los hechos y aceptó una pena de 3 años y medio de prisión, en el juicio celebrado este jueves en la Audiencia de Pontevedra. El tribunal condena a A.P.L. como autor de un delito de asesinato en grado de tentativa, unido a otro de lesiones, por las que además de la pena de cárcel debe indemnizar a la víctima.

La vista que hoy comenzó en Pontevedra se suspendió en un primer momento porque la víctima se presentó con acusación particular, que inicialmente no estaba prevista. Tras la suspensión, las partes llegaron a un acuerdo de conformidad, por lo que se retomó la vista para cerrar el acuerdo y dictar sentencia ya en sala.

Inicialmente, la Fiscalía pedía para el acusado 8 años de prisión, como autor de un asesinato en grado de tentativa, pero finalmente se aplicó la atenuante de alteración psíquica y la de reparación del daño, dado que el autor ya ha ingresado la indemnización inicialmente solicitada, haciendo un abono de 13.119 euros.

En todo caso la acusación particular pidió otra indemnización de 12.000 euros por las secuelas psicológicas y estéticas que sufre la víctima.

Tras admitir los hechos y las penas solicitadas, se condena al hombre a 3 años y 6 meses de prisión, al alejamiento de 300 metros de la víctima por un período de 5 años tras cumplir la pena de prisión y 5 años de libertad vigilada.

Deberá indemnizar al Sergas en la cantidad de 8.641 euros, si bien la Fiscalía no se opuso a que realice este pago de forma fraccionada durante un plazo de 24 meses.

Los hechos sucedieron sobre las 9.30 horas del 13 de febrero de 2023, cuando el procesado se cruzó en el lugar de O Sequelo con una vecina de Marín con la que al parecer no tenía ningún tipo de relación. Según el escrito de acusación, con la intención de acabar con la vida de la mujer, de forma sorpresiva, la atacó por la espalda con un cuchillo de 15 centímetros. El hombre le propinó varias cuchilladas en el tórax y el cuello.

La mujer gritó pidiendo auxilio y, tratando de repeler la agresión, llegó a caer al suelo, donde el procesado la siguió acuchillando. Finalmente, ella consiguió quitarle el arma y la tiró a una finca próxima, momento que aprovechó el agresor para abandonar el lugar.

Sobre la motivación del ataque, el hombre relató en su momento a la Policía algunas frases incoherentes o cosas como que "el diablo le había dicho que hoy tenía que matar a alguien". La Policía indicó en su momento que todo hacía indicar que fue un ataque inopinado, que el varón perpetró contra la primera persona que se encontró en la calle y que le podía haber tocado a cualquier otra persona que se encontrase en ese momento en la vía pública.

El hombre padece un trastorno esquizoafectivo y, en el momento de los hechos, sufría un trastorno psicótico que "le impedía comprender e interpretar adecuadamente su entorno y de obrar libremente según su comprensión", según admite la Fiscalía.