Chocolate para despedir el año por una buena causa

Con motivo del Día Internacional del Voluntariado, la Asociación Asampo, el colectivo de amigos de la Pontevedrada, celebró este miércoles en la Peregrina una chocolatada, en la que se repartieron centenares de raciones de rosca y chocolate caliente a todo el público pontevedrés. Una actividad solidaria que, además de calentar el estómago en un frío día de diciembre, sirvió para poner en valor el cometido desinteresado que practican día a día los voluntarios de esta organización.

En el caso de Asampo, que abandera una Pontevedrada que suma 13 ediciones, el objetivo del voluntariado es concienciar a la población de la importancia de la donación altruista de sangre, órganos y tejidos, con una marcha nocturna de 67 kilómetros entre Pontevedra y la Praza do Obradoiro de Santiago.

Adicionalmente, Asampo impulsa actividades como esta chocolatada, mesas informativas o Xuntos no Camiño, donde con otros colectivos fomenta estilos de vida saludables con el Camiño Portugués como principal vehículo. También destaca el Camino Violeta, con una ruta circular de 1,7 kilómetros por el casco histórico de la ciudad.

“La iniciativa es para celebrar el Día Internacional del Voluntariado. Creemos que no se tiene en cuenta a los voluntarios y son el motor del mundo. Sin voluntarios, las cosas serían totalmente diferentes”, explicó Fran Pérez-Mirás, presidente de Asampo, sobre una chocolatada que repartió en total una decena de roscas y veinte litros de chocolate caliente a todos los pontevedreses y turistas que se aproximaron por la Peregrina en la mañana de ayer.

“Esta asociación es todo voluntariado. No estamos financiados por nada ni por nadie. Es todo a base de nuestro trabajo y pensamos que había que celebrarlo como se merece. Como trabajamos todos ayer (lunes), lo pasamos para hoy”, añadió Pérez-Mirás, que destacó también una iniciativa denominada la Bolsa de los deseos, con peticiones de los ciudadanos pontevedreses recogidas en los eventos que organiza esta asociación, que en febrero se llevará a Tui.

Desde allí, el voluntariado de Asampo, en relevos, lo trasladará hasta la Catedral de Santiago de forma ininterrumpida, en una marcha que supera las 25 horas de duración continuada.

“Esos deseos después los utilizan para encender el botafumeiro. Dicen que los deseos se cumplen”, concluyó el presidente del colectivo.

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