Final de la Pontevedrada: 322 de los 1.094 inscritos llegan hasta O Obradoiro
La ruta solidaria por la donación la cerró este año Araceli, viuda de un donante de órganos
Araceli junto a Fran, a la llegada a O Obradoiro. / FdV
La emoción volvió a embargar a los participantes de la Pontevedrada, la ruta por la donación de órganos y sangre que se celebra cada año para visibilizar y promover este gesto que salva vidas.
Este 2023 lograron llegar hasta la Praza do Obradoiro de Santiago de Compostela 322 de los 1.094 inscritos en la caminata solidaria que partió de Pontevedra el sábado por la tarde y llegó a la capital gallega el domingo. Además, el momento final fue especialmente emotivo, ya que este año cerró la marcha Araceli, la viuda de Jesús Sánchez, un donante de órganos, informa Fran Pérez-Mirás, presidente de Asampo, el colectivo organizador.
El número de inscritos de este año fue ligeramente menor al de otros años, quizá debido a que habituales de la caminata no pudieron asistir por encontrarse disfrutando fuera de Pontevedra del puente del Primero de Mayo.
La mini flecha Milusi se encontraba en Milladoiro
Dos de las caminantes se hacen una foto con la flecha Milusi. / FdV
Como cada año, los participantes, además de caminar hasta la capital gallega, tenían un reto por delante: encontrar a Milusi, la flecha más pequeña del Camiño Portugués, que en cada Pontevedrada se encuentra en un sitio diferente. En esta ocasión se encontraba en Milladoiro, ya en la comarca de Santiago, 300 metros más adelante que en la ubicación de la edición del año pasado. Todos los que la encontraron y se hicieron un “selfie” con ella recibieron un chupa-chups de regalo al llegar al Obradoiro.
Además, este fin de semana se conoció quién envió a Asampo el corazón de piedra de forma anónima el pasado mes de diciembre: Santi. Este corazón viajó hasta Santiago de Compostela en la mochila de Fran Pérez-Mirás.
Santi muestra el corazón de piedra junto al presidente de Asampo. / FdV
La Pontevedrada se inspira en una marcha similar que desde el año 1976 se celebra en La Rioja, conocida como la Valvanerada. Se celebra siempre el último sábado de abril y de noche, con una mezcla de solidaridad, espíritu de superación e ilusión por el deporte y la aventura.
Este año el buen tiempo acompañó toda la noche y fue una "andaina" muy fluida.
