Vista, oído, tacto... todo vale para comunicarse con éxito

Amencer participa en el proyecto “Vivir Aspace” para formar a su personal en la comunicación aumentativa y alternativa digital

Una niña accede a un comunicador a través del oído en un aula de Amencer.

Una niña accede a un comunicador a través del oído en un aula de Amencer. / FdV

Cuando se piensa en la comunicación o el diálogo, lo primero que se viene a la cabeza es el habla. Pero esta facultad no siempre es posible, o a veces lo es de forma muy básica, como ocurre con las personas con parálisis cerebral. Para que todo el mundo tenga la opción de poder expresarse y participar con aquellos que les rodean existe la comunicación aumentativa y alternativa (CAA), en sus variantes analógica y digital.

Precisamente, en esta última, la de alta tecnología, se ha formado el personal del centro Amencer de Pontevedra, a través del proyecto nacional “Vivir Aspace”. En las instalaciones de la ciudad ya utilizan varios dispositivos de este tipo, de aspecto similar al de una tablet, tanto en las aulas como en talleres o durante las comidas. Los comunicadores se pueden usar a través de la vista, el oído o el tacto.

“La comunicación alternativa y aumentativa es, como su nombre indica, que es diferente al lenguaje oral y que permite expresar y decir más cosas a través de un dispositivo. Hay que recordar que la comunicación es multimodal, porque yo a través de mi cuerpo puedo expresar mi malestar, por ejemplo, pero no decir qué es lo que me pasa”, explica Pepa Menduiña, directora del colegio de Amencer-Aspace. “Con el lenguaje natural asistido se busca el apoyo del lenguaje oral en símbolos que tiene representados en su comunicador”.

De este modo se sustituye el tradicional sistema de imitación de los niños de los adultos al escucharlos. “Si un niño solo tiene delante lenguaje oral, que él es incapaz de reproducir, no puede imitar. Con el comunicador se modela con pictogramas lo que se va diciendo oralmente. Ahí les das una posibilidad de imitación”, aclara la profesora.

Varios niños usan en un aula de Amencer-Aspace comunicadores a través de la mirada.   | // RAFA VÁZQUEZ

Varios niños usan en un aula de Amencer-Aspace comunicadores a través de la mirada. | // RAFA VÁZQUEZ / Ana López

Este tipo de comunicación ya se utilizaba a través de dispositivos analógicos impresos, por lo que la evolución a los digitales de alta tecnología permite un feedback auditivo: “Cuando un niño selecciona, escucha lo que dice, mientras que con una herramienta analógica, impresa, solo señala y el feedback se lo tengo que dar yo preguntándole, por ejemplo, si quiere agua. Para ellos mismos esto es mucho más motivador también”, celebra Menduiña.

Los comunicadores de CAA se pueden usar en las diferentes etapas de desarrollo, de ahí la razón del proyecto “Vivir Aspace”. “Nosotros, como profesionales, tenemos el asesoramiento de expertos en este tema para evaluar qué sistema es el adecuado para cada niño, en qué hito comunicativo se encuentra y a cuál tengo que pasar; te vas situando. Un niño muy emergente puede utilizar un determinado número de palabras, está todo muy estudiado en ese sentido”, manifiesta la directora del colegio de Amencer-Aspace.

Obviamente, el lenguaje natural asistido se aplica en todos los ámbitos de la vida: desde pedir un vaso de agua hasta hacer una tarea en clase. “Es muy importante, porque en el curriculum educativo el hilo conductor es el lenguaje. Tienes que tener un desarrollo lingüístico para ser capaz de entender a un maestro o de dar una respuesta. Tu pensamiento se sustenta en palabras. Tiene muchas ventajas a nivel curricular, social, familiar...”, resume la docente.

Profesionales de Amencer-Aspace durante la formación con el proyecto "Vivir Aspace".

Profesionales de Amencer-Aspace durante la formación con el proyecto "Vivir Aspace". / FdV

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Puestos a buscar un problema a este tipo de dispositivos sería su precio. “Son carísimos”, reconoce Pepa Menduiña, que lamenta esta realidad.

“Hay niños que tienen sus comunicadores, porque se los prescribieron sus foniatras. Esos alumnos se los llevan para casa y nosotros apoyamos a las familias para que, junto con nosotros, vayan aprendiendo el proceso de utilización e implementarlo para trasladarlo al mayor número de ámbitos de la vida del niño”, indica. “Cuanto más expuesto esté al lenguaje que puede imitar, más fácil le va a ser adquirirlo. Hay estudios que lo demuestran”.

“De lo que se trata es de facilitar y de darle todas las posibilidades que estén a nuestro alcance. Ya llevamos un tiempo trabajando en esta estrategia y con este proyecto de la Confederación Aspace tenemos la suerte de tener formación y asesoramiento incluso con casos prácticos”, concluye la profesora.

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