En 1965 Casa Solla fue recomendado por primera vez en la Guía Michelin, varios años antes de que apareciesen en sus páginas templos de la gastronomía española como Arzak. La primera estrella llegaría en 1980, y como la que vuelve a renovar ahora, reconoce la calidad del producto y la capacidad de innovación de este restaurante ubicado en Poio.
Al frente, el chef Pepe Solla, la tercera generación en los fogones de este referente de la gastronomía gallega que sigue apostando por el buen producto y la búsqueda del refinamiento a partir de la sencillez y lo tradicional.
Con más de 6 décadas de destacada trayectoria, Casa Solla es uno de los cinco establecimientos de la provincia con una estrella Michelin. También pueden colgar este distintivo Maruja Limón y Silabario, en Vigo; Eirado da Leña, en Pontevedra; y Yayo Daporta, en Cambados. Por su parte, Pepe Veira consigue su segunda estrella, que se suma a las otras dos recibidas en esta última Gala Michelin por restaurantes gallegos: Ceibe, en Ourense, y Ó Pao de Padrón, en A Coruña.
