Al Pontevedra le faltó cerrar la faena esta tarde en Riazor. Los granates se traen de A Coruña un punto valioso ante uno de los favoritos de la categoría pero bien podrían ser los tres si llegan a rematar a un Deportivo al que llegaron a tener contra las cuerdas a pocos minutos del final. Sin embargo, Oier no fue capaz de rematar un uno a uno contra Mackay momentos antes de que en el minuto 87 el Depor empatase "in extremis" con un gol de Soriano.

Fue un partido de dos caras. En la primera parte mandó más el Dépor. Aún sin tirar mucho a puerta, los herculinos generaban situaciones de peligro por las bandas que no eran capaces de culminar. Un peligroso centro de Rubio que sacó Mackay justo antes de que lo embocase Charles fue todo el bagaje ofensivo granate en esta primera mitad. Fue un equipo que, en cualquier caso, se mostró en todo momento ordenado y disciplinado tácticamente.

La segunda mitad comenzó con otro aire. El Pontevedra se volcó más sobre la portería deportivista y fue avisando con alguna llegada peligrosa. A los 12 minutos de retomarse el encuentro, un remate de Abelenda en segunda jugada tras un córner materializó en el marcador la superioridad que estaban mostrando los granates sobre el terreno de juego. A partir de ahí, el Dépor acusó el golpe. El Pontevedra fue mejor pero no fue capaz de aprovechar las situaciones de peligro que generaba sobre todo por banda derecha. Tras fallar ese uno contra uno de Oier, a tres minutos del final, el Dépor empataba e hizo que los locales se viniesen arriba. Después hubo que sufrir ocho minutos más para traerse a Pontevedra un punto de oro, pero pensando en que bien pudieron ser tres.