Charcos por fallos en la capa de rodadura, un firme totalmente deteriorado y con la pintura de protección desconchada y en general falta de accesibilidad. Los vecinos critican lo que consideran “numerosos desperfectos” en el puente de A Barca tres años después de las obras que acometió la Consellería de Infraestructuras para rehabilitar este viaducto sobre el Lérez, integrado en la carretera autonómica PO-531.
Las obras, en las que la administración autonómica invirtió 1,2 millones, arrancaron en el verano de 2018, acumularon un notable retraso y supusieron cortes en la circulación. La conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, atribuyó la demora tanto a las “adversas condiciones climatológicas” de ese invierno prepandemia como a la “falta de autorización” municipal para trabajar de noche por las molestias que padecían los vecinos.
La Consellería de Infraestructuras hizo público en su momento que para diseñar este proyecto se realizó un importante análisis y se revisó toda la estructura durante el año anterior.
El programa de la rehabilitación incluyó la renovación de la marquesina que protege las aceras; la construcción de una nueva estructura de madera tratada, con un tratamiento protector “especialmente diseñado para evitar la acumulación del agua”, indican desde la administración autonómica, y una cubierta de aluminio (finalmente se optaría por el cinc) que evitase un rápido deterioro y garantizase la mayor resistencia.
El programa de la rehabilitación incluyó la renovación de la marquesina que protege las aceras; la construcción de una nueva estructura de madera tratada y una cubierta de cinc
No obstante, los vecinos aseguran que “no se cambió el pavimento, sino que simplemente se alisó y se pintó”. Como resultado, en la actualidad presenta “un firme totalmente estropeado” y baldosas rotas en las aceras que “suponen un peligro para todos los que hacemos uso a diario del puente, especialmente los mayores”.
“Estos deterioros ni se hacen públicos ni se notifican”, lamentan, antes de afirmar que el actual pavimento “es peor que antes el asfalto”.
El objetivo de la obra también era hacer uso de materiales más duraderos y en sintonía con el medio. En paralelo, se acometieron acciones encaminadas a aumentar la vida útil del puente, como el sellado de fisuras, una mejor evacuación de las aguas, reparación de las alcantarillas, o el repintado de la estructura.
Los vecinos aseguran que “no se cambió el pavimento, sino que simplemente se alisó y se pintó”. Como resultado, en la actualidad presenta “un firme totalmente estropeado” y baldosas rotas en las aceras que “suponen un peligro"
Tanto el viaducto como la carretera se iluminaron además con proyectores led, a fin de mejorar la estética, realzando la estructura de principios del siglo XX, y logrando una mayor eficiencia energética. No obstante, la Xunta no aceptó la propuesta del Concello de Pontevedra de que se ampliasen las aceras.
Los afectados critican especialmente que “un deterioro de este tipo no puede producirse después de que se haya realizado una reparación tan cercana en el tiempo”. Jose, uno de los vecinos que traslada a FARO sus críticas, incide en que “sospecho que las garantías de la empresa cubren estos desperfectos y no se están agotando esas garantías” para reparar con rapidez el puente.
También lamentan que los pasos de peatones no están adaptados para personas con movilidad reducida. En concreto, apuntan al tramo que da acceso al centro comercial de A Barca, “donde no hay un espacio habilitado para que lo utilicen personas en sillas de ruedas”, critican.
Tanto el viaducto como la carretera se iluminaron con proyectores led, a fin de mejorar la estética, realzando la estructura de principios del siglo XX, y logrando una mayor eficiencia energética
En el extremo contrario, los vecinos reconocen que “la protección de madera, con el tejado renovado, sí está funcionando” y tres años después de la conclusión de la rehabilitación no presenta deterioros que preocupen a los residentes en la zona.
“El puente tendrá una imagen totalmente renovada”, anunció Ethel Vázquez en una visita a las obras, “y desde luego una vida útil mayor” tras una rehabilitación que supuso “una puesta en valor importante”. No obstante, los vecinos constatan que poco más de tres años después varios elementos del puente muestran claros desperfectos. Especialmente, piden que se repare el pavimento para evitar caídas.
