El IES Frei Martín Sarmiento acogió ayer en su salón de actos una reunión de antiguos alumnos con motivo del 50º aniversario de una de las primeras promociones de la Escuela de Maestría Industrial, nombre que recibía por aquel entonces el centro educativo.
Un periplo académico que para muchos estudiantes fue de hasta siete años, con un periodo inicial de dos cursos denominado preaprendizaje, que desembocaba en lo que antiguamente se llamaba oficialía –tres cursos– y maestría –dos–, en ramas como la electricidad, mecánica o electrónica, entre otras.
Pero más allá de las experiencias formativas, fue una ocasión para que los alumnos de aquella primera promoción que estrenó el edificio de la Avenida de Vigo, recordasen viejos momentos y volviesen a ver caras que no veían desde hace décadas.
“A muchos no les veía desde aquella época y es sorprendente el cambio que pegamos cada uno. El 80 o 90% de la gente que terminamos salimos de aquí con trabajo”
“A muchos no les veía desde aquella época y es sorprendente el cambio que pegamos cada uno. El 80 o 90% de la gente que terminamos salimos de aquí con trabajo”, comentó Moncho, uno de los alumnos, que trabajó para Unión Fenosa durante más de cuarenta años tras terminar su etapa formativa en el actual Frei Martín Sarmiento.
Un instituto al que llegaron procedentes del antiguo centro en el que se desarrollaban estos cursos, situado en la Praza de Barcelos, en una época, como destacaron los impulsores de la iniciativa, en la que todavía se podían vivir situaciones de adoctrinamiento, como parte de una educación franquista que contenía en su currículo de formación profesional asignaturas como Formación del Espíritu Nacional.
El evento de reencuentro contó también con la participación del actual director del IES Frei Martín Sarmiento, José Luis Vázquez Carpintero, que calificó la iniciativa de “fantástica” y alabó el trabajo realizado por sus impulsores para poder realizar una convocatoria tan exitosa, tras contextualizar la historia de un centro que dio sus primeros pasos en 1932, con el nombre de Escuela Elemental del Trabajo, hasta nuestros días, donde la Formación Profesional convive con la Educación Secundaria y el Bachillerato.
“La tarea de poder vernos hoy fue trabajosa, pero con unas dosis tremendas de ilusión y alegría cada vez que localizábamos a alguien, incluso después de ir por pueblos y aldeas preguntando por dónde podría estar la persona que buscábamos”
Los promotores del encuentro aprovecharon el acto para hacer mención “a los compañeros que ya no están”, así como destacar lo trabajoso y estimulante que fue el proceso de encontrar a los estudiantes de aquella promoción.
“La tarea de poder vernos hoy fue trabajosa, pero con unas dosis tremendas de ilusión y alegría cada vez que localizábamos a alguien, incluso después de ir por pueblos y aldeas preguntando por dónde podría estar la persona que buscábamos”, recordó Alejandro, involucrado en la causa.
Por último, tras la visita al centro educativo, los participantes de aquella clase de 1972 disfrutaron de una comida juntos, en la que pudieron compartir más anécdotas e historias de aquellos años formativos.
