La noche de San Juan no solo se asocia con el fuego purificador del solsticio de verano, en el que todo el mundo sale a la calle a disfrutar de las hogueras, si bien esta ocasión el mal tiempo redujo notablemente el número de cacharelas ya que muchas se suspendieron. La tradición en Galicia también relaciona esta noche con las “travesuras”, que en muchos casos llegan a gamberradas o vandalismo, especialmente en el rural. Cancillas desaparecidas, carros movidos de sitio... Los ejemplos son múltiples y cada vez van a menos, pero aún hay casos. En Vilaboa, por ejemplo, Protección Civil de Soutomaior informa de una avería en el alumbrado público por la supuesta manipulación de un cuadro eléctrico por parte de una pandilla de jóvenes en Paredes. En Poio también quedó parcialmente sin luz la zona de la fiesta, pero no se atribuye a una gamberrada, sino a una “sobrecarga”.
Más grave es lo que ocurrió en O Grove “Hay travesuras, inocentadas… y actos que son pura maldad”. Son palabras de José Antonio Álvarez, coordinador del Servicio de Emerxencias del municipio meco para referirse al hurto de las llaves del camión contraincendios y de un casco de bombero, que sufrió una de sus dotaciones durante la pasada madrugada de San Juan.
Los hechos sucedieron sobre las cuatro de la mañana, en una gran hoguera pública que se había organizado en el barrio de Porto Meloxo. A esa hora, el equipo de Emerxencias de O Grove trataba de bajar un poco las dimensiones de las llamas, para lo cual estaban echando agua a la “cachada”, procedente de la cisterna del camión. Al volver al vehículo comprobaron que una persona se había llevado un casco amarillo de bombero, con una linterna para trabajar en atmósferas explosivas incorporada, así como las llaves del contacto.
La fatalidad quiso que apenas unos minutos después el servicio recibiese una llamada de teléfono indicando que había un contenedor ardiendo en la calle Luis Seoane. Emerxencias se puso rápidamente en contacto con la Policía Local, que acercó al personal antiincendios a su base para coger un segundo vehículo con agua. Pero a pesar de toda la prisa que se dieron, cuando llegaron a Luis Seoane, los vecinos ya habían apagado el contenedor. “¿Qué habría pasado si en vez de un contenedor hubiese fuego en una casa?”, se pregunta José Antonio Álvarez. “Podría haber sido una calamidad”, se responde a sí mismo.
Y además de fiesta y gamberradas, la de San Juan es una noche de urgencias, daños, lesiones y ambulancias, si bien todas las policías locales y agrupaciones de Protección Civil de la comarca consultadas explicaron que fue una “noche tranquila”. Así lo apuntó la Policía Local de Pontevedra, mientras que los Bomberos indicaron que “no hubo muchas” hogueras en el municipio y no tuvieron que intervenir en toda la noche.
El 061 atendió en la provincia de Pontevedra 21 casos de intoxicación por alcohol o drogas, dos heridos en accidente de tráfico y uno por quemaduras. El balance corresponde al periodo entre las 21.00 horas del jueves y las nueve de la mañana de ayer. Por su parte, el 112 gestionó más de 200 incidencias en Galicia entre las 20.00 horas del jueves hasta las 8,00 de ayer. En la provincia de Pontevedra fueron 86, solo por detrás de las 87 de A Coruña y muy por delante de las 20 de Lugo y las 18 de Ourense.
