La fábrica de Ence en Pontevedra ha vuelto a superar con éxito la auditoría del sistema de gestión ambiental de acuerdo al Reglamento europeo voluntario EMAS (Eco-Management and Audit Scheme), un reglamento comunitario de eco-gestión y eco-auditoría que promueve la mejora continua del comportamiento medioambiental de las organizaciones. Además, y también a través del mismo proceso de auditoría, se ha garantizado que la planta cumple con la certificación ISO 14.001 de sistemas de gestión ambiental, según informa la empresa en un comunidado.

"La biofábrica continúa mejorando su eficiencia, consolidando de esta manera su liderazgo en excelencia ambiental. Las inversiones realizadas en los últimos años, junto con la dedicación y compromiso del equipo humano de la planta, han contribuido a este logro, en el seno de una compañía que apuesta decididamente por la sostenibilidad en todos sus procesos", explica Ence.

Según sus datos, el principal indicador de la calidad del efluente (la Demanda Química de Oxigeno (DQO)), mejoró en un 85% el rango superior de referencia que marca la normativa europea de mejores prácticas ambientales del sector de la celulosa para este parámetro. "La evolución de este dato ratifica los avances que de forma mantenida logra Ence Pontevedra en la calidad de su efluente final", dice la compañía.

En cuanto a la gestión responsable de los recursos, y "gracias a las medidas de mejora continua adoptadas, el año 2021 ha sido el año de menor consumo de agua de toda la historia de la biofábrica de Pontevedra, habiendo conseguido reducir su consumo de agua más de un 22% en los últimos cinco años", añade.

La planta de Ence en Pontevedra redujo un 22% sus emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del consumo de combustibles fósiles en el año 2021 y respecto a la generación de residuos, el 99% de los que se generaron en el año 2021 han sido valorizados, "lo cual permite a Ence Pontevedra situarse como una planta referente en gestión, siendo refrendada por la certificación Residuo Cero”.

Ence asegura que "en todo el proceso de producción de la celulosa, la planta produce y opera con materiales reciclables. Al mismo tiempo, genera energía eléctrica renovable a partir de la biomasa que no se destina a la producción de celulosa, utilizando para ello la lignina, un componente de la madera que constituye un excelente biocombustible renovable y natural". Además, recuerda que "la gestión ambiental de la biofábrica de Ence en Pontevedra está avalada por certificados medioambientales internacionales. Desde 2014 cuenta con la etiqueta ecológica Nordic Swan, ecoetiqueta de los países nórdicos, por cumplir con los criterios más exigentes de respeto ambiental. También ha recibido la Distinción Oro de la Comisión Europea por su mejora ambiental, así como el sello Residuo Cero de Aenor".