El Museo de Pontevedra ha recibido autorización del servicio de Patrimonio de la Xunta para realizar los sondeos arqueológicos previos a la rehabilitación de sus edificios centrales. Así lo anunció en la mañana de este viernes el presidente en funciones de la Diputación, César Mosquera, que subrayó que los trabajos comenzarán en breve con el objetivo de dar pasos adelante para licitar las obras de reforma lo antes posible.

El nacionalista explicó que el informe de Patrimonio llegó el jueves, si bien en el Museo estaba todo preparado desde hace tiempo para poder comenzar: los edificios y las zonas ajardinadas están vacíos de equipamiento y limpios para que el personal técnico pueda actuar. La previsión es que los trabajos, que llevan también meses adjudicados a la empresa arqueológica ‘Tiempos’, se inicien justo después de la Semana Santa con un plazo de ejecución muy breve, ya que la superficie a estudiar es relativamente pequeña. Se prevé -por trabajos hechos con anterioridad en el subsuelo y salvo gran error- que no se encontrará nada relevante y que el sustrato aparecerá a poca superficie. 

Según subrayó Mosquera, este nuevo paso va encaminado a licitar las obras de rehabilitación, que serán muy complejas, en el más breve espacio de tiempo. Como ya había adelantado la semana pasada después de recibir el beneplácito de Patrimonio sobre el enfoque de la reforma, el Museo está ya trabajando en la redacción del proyecto de ejecución con el que unir los edificios Castro Monteagudo y García Flórez

El proyecto definitivo mantendrá la parte externa de los edificios tal y como está en la actualidad, tanto por exigencia de Patrimonio como por el planteamiento propio de la Diputación y del Museo. En el interior de los inmuebles “se limpiarán” los añadidos constructivos con la intención de volver lo máximo posible a su versión original, ya que a lo largo de los años se levantaron tabiques y otras divisiones que en estos momentos no resultan prácticas. 

En esta primera fase de las obras también se ampliará y mejorará la conexión existente entre los dos edificios centrales más antiguos (García Flórez y Castro Monteagudo) para que una vez se entra en el conjunto la circulación entre un y otro pueda hacerse sin tener que salir la calle. Se dejará para una segunda etapa a conexión soterrada con el edificio Fernández López.