La Xunta de Galicia invertirá 392.000 euros en la construcción de la senda fluvial del río Dorrón, un proyecto de carácter medioambiental y turístico con el que se busca avanzar en la conservación de un entorno natural considerado corredor ecológico y fomentar a la vez el llamado ecoturismo en el concello de Sanxenxo, por el que discurrirá íntegramente el nuevo itinerario.

Durante una visita a la zona en la que se habilitará la futura senda, la conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez, anunció que la actuación será financiada con parte de los fondos europeos procedentes del NextGeneratioUE que gestiona Galicia en materia de biodiversidad.

Tras recorrer un tramo del itinerario y conocer los molinos de Quintáns y de la Costa acompañada por el alcalde, Telmo Martín; el delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, Luis López, y la directora general de Patrimonio Natural, Belén do Campo, la conselleira subrayó que gracias a esta nueva senda se promocionará la parroquia de Dorrón y se ofrecerá un recorrido a un lado del río para uso y disfrute por parte tanto de peatones como de ciclistas.

Según explicó, los trabajos sobre el terreno comenzarán en las próximas semanas y tendrán una duración estimada de cinco meses, por lo que celebró que este mismo año vecinos y visitantes puedan disfrutar de una nueva ruta desde la que descubrir la riqueza patrimonial que alberga esta zona interior de Sanxenxo, actuando a la vez como elemento de sensibilización ambiental.

En este sentido, además de ofrecer una alternativa de turismo de naturaleza, ocio y deporte en la comarca, Ángeles Vázquez subrayó también el carácter medioambiental y paisajístico de la futura actuación, que incluirá la realización de labores de desbroce y limpieza de vegetación así como la eliminación de especies invasoras y alóctonas, y que se enmarca a la vez en el concepto de infraestructura verde por el que apuesta la Xunta para vertebrar entornos urbanos con zonas y áreas naturales.

Asimismo, el proyecto constructivo prevé habilitar una pasarela elevada de madera para el paso de cebra y ciclistas de 20 metros de ancho –que en su mayor parte será de nueva construcción–, infraestructuras de paso tanto en madera como en piedra natural a lo largo del recorrido, la colocación de barandillas, mobiliario urbano y señalización y la creación de paseos de jable en los márgenes de las carreteras locales que conectan con las aldeas y pueblos del entorno.