Aparcó ayer su coche a las siete de la mañana en el aparcamiento disuasorio frente al Pabellón municipal y cuando llegó esta mañana a las 8.30 para irse a trabajar se encontró con una desagradable sorpresa. Su vehículo estaba en el aire, sujeto por cuatro piedras y le habían robado todas las ruedas del coche.

Adriana, que así se llama la pontevedresa afectada, explica que vive en el centro histórico pero que utiliza este aparcamiento de forma habitual dado que el propio ayuntamiento lo promociona como alternativa para liberar espacios de estacionamiento en la ciudad. Incluso ha sido acondicionado recientemente: "A mí me parece muy bien, pero si quieren que se pueda utilizar como aparcamiento alternativo nos deberían dar un poco más de seguridad a los usuarios" por lo que demandan más vigilancia. "Más iluminación o cámaras de seguridad" y más vigilancia policial para acabar con estos episodios, dado que "nos dicen que no es la primera vez que ocurre". Esta pontevedresa está ahora pendiente de interponer la correspondiente denuncia ante la Policía Nacional.