El área sanitaria de Pontevedra-O Salnés registra este semana, cuando se cumplen diez días del regreso a las aulas tras las vacaciones navideñas, un total de 1.366 casos de COVID entre los alumnos y el personal de sus centros educativos, según el balance ofrecido ayer por el Sergas. Ocho colegios e institutos de la ciudad suman 165 contagiados en un listado que solo cita los centros con mayor incidencia. Se trata del Sagrado Corazón de Jesús (29), Vilaverde (23), Sánchez Cantón (21), Nuestra Señora de los Dolores (20) Frei Martín Sarmiento (20), Valle Inclán (19) Calasancio (18) y el CEP Campolongo (15). A ellos se suman el SEK-Atlántico de Poio (23), el IES de Ponte Caldelas (19), el CPI Santa Lucía de Moraña (16) y la Inmaculada de Marín (16).

También se difundió ayer la incidencia del COVID en las residencias de la tercera edad, con 47 casos en el área sanitaria de Pontevedra-O Salnés: 30 en la Divina Pastora de Vilagarcía, 13 en el DomusVi Ribadumia y cuarto en la Residencia de Marín.

Por otra parte, el 10% de todas las personas que acuden a los cribados con autocita para realizar test de antígenos (la prueba que ahora utiliza el Sergas para confirmar los contagios de COVID) da positivo, según el último balance del Sergas, referido a las jornadas del lunes y el martes en los puntos de muestra del recinto ferial de Pontevedra, el Museo Torres de Marín, La sala Nauta de Sanxenxo y A Tafona de Caldas. En estos dos días se realizaron 579 test en estas cuarto localidades, con 56 positivos. La tasa más alta se registró en Marín, con 18 contagiados entre 129 personas (el 14%) por delante de Pontevedra (23 positivos de 209 test, el 11%), Sanxenxo (9 positivos entre 127 test, el 7%) y Caldas, con seis contagiados de 114 personas, el 5%.

En el caso de Marín, con casi 700 casos activos, la alcaldesa María Ramallo, informó ayer de que entre el 10 y el 16 de enero se realizaron 1.331 test, con 89 positivos, y alerta de que personas que más de 300 personas que pidieron cita finalmente no acudieron. Además, hace un llamamiento a participar tras detectarse una caída en el ritmo de afluencia.

El número de contagios nuevos de COVID en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés registró ayer un importante repunte y en las últimas 24 horas se registraron 714, una cifra muy superior a la de las jornadas anteriores. Con estos positivos añadidos, son 8.908 los casos activos en el área, 341 más que el martes, según el balance del Sergas. Esta cifra supone el récord de la sexta ola.

Casi tres de cada diez casos se corresponden con vecinos del municipio de Pontevedra, que cuenta ya con 2.479, tras un aumento de 92 en solo un día. Desde que se declaró la pandemia se han contagiado en el área 41.828 personas.

Respecto a la presión hospitalaria, son ya 81 las personas ingresadas en total: 61 en planta del CHOP, once en el de O Salnés, dos en el QuirónSalud Miguel Domínguez, más siete de la UCI de Montecelo. El número de críticos no aumenta, pero sí el de atendidos en planta, con una persona más.

“En Cuidados Intensivos hemos bajado de nueve a siete pacientes en las últimas semanas y es algo relevante por la importancia que tiene esta área en el funcionamiento normal del hospital”, aseguraba el martes Juan Turnes, jefe de Digestivo y coordinador de hospitalización COVID del CHOP, que avanza que “es esperable que en la próxima semana se incremente un poco más el nivel de ingresos, pero sin comprometer el funcionamiento de nuestros hospitales”.

La incidencia del COVID se mantiene en centros educativos, así como en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva, donde se ha decidido aislar a varios grupos de deportistas tras detectarse positivos en algunos de ellos. Aunque no sería obligatorio este aislamiento, la dirección ha optado por esta medida tras aparecer contagiados en modalidades como piragüismo, karate, triatlón, vela, lucha o bádminton.

Vacunación

Por su parte, ayer comenzó la vacunación de la población entre 30 y 39 años Para hoy, se prevé que los sanitarios administren 3.190 dosis de refuerzo a los citados de este grupo de edad, en turnos de mañana y tarde en el Edificio Administrativo de la Xunta en Pontevedra.

La tercera dosis, que ya se empezó a proporcionar ayer a los treintañeros, se ha recibido con actitud positiva entre los que acudieron a Campolongo, conscientes de la responsabilidad, tanto individual como colectiva, que conlleva.

“No dudé en ponérmela. Yo creo que es la mejor opción para protegerse y proteger a los demás, sobre todo personas de riesgo, como es mi caso”, señala Rosi tras su refuerzo.

Alejandro, que también recibió la tercera vacuna, pensaba en un futuro con el virus ya erradicado. “Para que todo intente volver a la normalidad, vacunarse es lo que debe hacer todo el mundo. Por ahora no me ha dado reacción. Un poco de molestias en el brazo el mismo día, pero un paracetamol y un poquito de movimiento y se acabó”, reconoce tras la inyección.