Las variantes portuguesas del Camiño de Santiago, las que pasan por Pontevedra, cierran un año muy destacable, teniendo en cuenta las circunstancias actuales marcadas por la pandemia, superando los 41.000 peregrinos, casi un 20% más que en el anterior Xacobeo 2010.
El miedo al contagio con el COVID frenó solo en parte a los debotos de la ruta hacia Compostela, puesto que en los albergues las medidas de prevención fueron tan estrictas que insuflaron la confianza necesaria a los peregrinos como para que se animasen a participar.
Por otro lado, muchos de ellos decidieron alojarse también en hoteles para contar con habitaciones individuales, en lugar de compartir espacios comunes.
Según los datos facilitados a FARO por la Oficina de Acogida al Peregrino de la Catedral de Santiago, la que lleva la cuenta de los caminantes en todas las variantes, el Camiño Portugués y el Portugués por la Costa sumaron en 2021 un total de 41.651 personas. Todas ellas pasaron forzosamente por la capital de la provincia pontevedresa, aunque no tuvieron por qué alojarse en ella. Esto supone un 18% más que en el anterior Año Santo, el 2010, cuando se habían registrado 35.261.
La variante original aportó en el año que acaba 33.838 caminantes, mientras que la de la costa, 7.813.
Los meses con mayor afluencia fueron los de junio a noviembre, destacando especialmente el de agosto, el rey de la temporada alta, con 9.566 (7.736 más 1.830). Muy cerca se movió también el de septiembre, que aportó a 9.049 personas entre ambas variantes.
Los meses con mayor afluencia fueron los de junio a noviembre, destacando especialmente el de agosto, el rey de la temporada alta, con 9.566
En este año que concluye el Camiño no comenzó a animarse hasta el mes de mayo. Entre enero y abril tan solo recorrieron las rutas portuguesas a la capital gallega 279 individuos.
Destaca especialmente el hecho de que noviembre también haya aportado 2.281 peregrinos. Y no ha sido hasta diciembre cuando se ha evidenciado el parón que la ruta experimenta cada año, dejando una cifra de solamente 278 participantes.
Las diferentes comparativas que se pueden realizar difieren tomando como referencia siempre al COVID. Si bien es cierto que finalmente este 2021 se ha salvado bastante bien, no era lo esperado a nivel institucional, ya que la expectativa ante de que estallase la pandemia era de unas cifras muchísimo más elevadas.
Por ejemplo, hay que tener en cuenta que el año anterior al coronavirus, el 2019, sin ser Año Santo, supuso un total de 94.649 peregrinos en las dos variantes portuguesas, es decir, un 56% más que el que termina. En aquel mes de agosto pasaron por tierras pontevedresas 16.672 caminantes.
Pero es interesante destacar que el mes de noviembre que acaba de pasar superó al de entonces, 2.281 frente a 1.887.
Un 2020 para olvidar
En cualquier caso, si hay un año para olvidar, también en este sector, es 2020. Con él se batieron todos los récords, para mal, sobre todo en el Camiño de Santiago.
En total fueron 12.988 los peregrinos que completaron las rutas portuguesas (10.215 la tradicional y 2.773 la de la costa). Obviamente, ocurrió en todas las variantes, ya que la francesa, la líder, solo registró a 28.906 en todo el año.
En este sentido, hay que destacar que las dos que pasan por el país luso, y por tanto por Galicia, ya suponen la mitad de participantes en la ruta hacia Compostela respecto de la gala, un porcentaje que ha ido aumentando con los años y que ha fomentado el hecho de que Portugal cuente con el aeropuerto internacional de Porto, desde el que llegan a la península numerosos viajeros de todo el mundo.
En el ya inminente 2022 se continuará celebrando el Año Santo por las circunstancias excepcionales marcadas por el coronavirus. Con él se prolonga una ansiada esperanza de recuperación.
Tino Lores: "Son unas cifras muy buenas"
El presidente de la Asociación de Amigos do Camiño Portugués a Santiago, el pontevedrés Tino Lores, considera que las cifras de peregrinos que han pasado este año por la ciudad, 41.651, “son muy buenas” teniendo en cuenta que todavía se están sufriendo las consecuencias de la pandemia del COVID. “No vamos a decir que fue excelente, porque no lo fue en ningún ámbito, pero sí bueno en el momento que estamos viviendo”.
Afirma que es especialmente destacable la llegada de caminantes desde el segundo semestre. “El año se salvó en seis meses, desde junio a noviembre; ahora en diciembre apenas han llegado peregrinos, son cifras testimoniales”, resume.
“A nivel general es una cifra muy buena”, considera.
En el albergue público de Pontevedra, el que gestiona la Asociación de Amigos do Camiño Portugués, pernoctaron, sobre todo, peregrinos españoles, portugueses, italianos, alemanes y polacos, tal y como confirma Tino Lores.
“Esperamos que el nuevo año mejore todavía más y que el Año Santo sea al menos como 2019”, desea su presidente.
