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Santa Clara ya es de los pontevedreses y Más de dos mil personas descubren su interior

Pontevedra levanta un velo de 750 años

Éxito de la primera jornada de puertas abiertas a Santa Clara que recibió a numerosos vecinos ávidos por descubrir un recinto “espectacular y mágico”

El claustro fue uno de los espacios que más llamó la atención de los visitantes. | // RAFA VÁZQUEZ

Hace unos 25 años un grupo de niños correteaba entre coches detrás de una pelota en la plaza de Barcelos cuando, en un mal despeje, el balón se perdió por encima de los muros del convento de Santa Clara. En silencio, todos los pequeños miran hacia lo alto de aquella pared de piedra, conscientes de que ese balón, como muchos otros antes, jamás podría ser recuperado.

Y es que aquellos pequeños sabían, como cualquier pontevedrés, que aquellas altas murallas de piedra eran infranqueables, no solo para ellos, sino para todos los vecinos de la Boa Vila que desde hace 750 convivían con Santa Clara como con un vecino omnipresente, que siempre está ahí, presente extramuros pero cubierto de cierto velo de misterio sobre lo que ocultará en su interior.

Ayer, aquel niño que hoy peina ya canas, pudo por fin conocer qué se ocultaba detrás de aquellas paredes que se tragaban tantas pelotas. “Los balones ya no están”, bromeó, “pero es impresionante conocer todo lo que hay aquí dentro”.

Y es que Pontevedra pudo descubrir ayer a su vecino más desconocido. Había interés, ansia, avidez y muchos calificativos más entre los vecinos por poder desvelar los secretos que ocultaron durante siglos aquellos muros de este convento de clausura.

Visita a los espaciosos jardines del convento que se abrirán al público. | // RAFA VÁZQUEZ

Los manzanos de las monjas

Esta curiosidad fue la que llevó a Isabel Alonso, vecina de Vigo pero natural de Pontevedra, a no esperar ni un minuto para descubrir la finca y el claustro de Santa Clara. “Tenía muchas ganas de venir, siempre me pareció mágico lo que podría haber aquí dentro y es fantástico poder entrar”, explicaba. “También siento mucha ternura por las monjas, visitar esto permite hacerse una idea de todo lo que trabajaban, aunque está algo descuidado por el paso del tiempo, aún se puede ver la labor que desarrollaban”, relata. “Curiosamente tengo un libro de recetas de las Clarisas de toda España y justo las de Pontevedra incluían un postre de manzana. Ahora lo entiendo, porque tienen un montón de árboles de reineta por aquí”, reflexionó.

"Visitar esto permite hacerse una idea de todo lo que trabajaban, aunque está algo descuidado por el paso del tiempo"

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También Cari Padín vuelve al pasado al entrar ayer por primera vez en Santa Clara. Aunque conocía la capilla por dentro, tenía curiosidad por “saber cómo era todo esto”. “Me acuerdo que de pequeña hacían aquí las obleas y a los niños a veces nos daban los recortes”, indica mientras visita el claustro.

Hubo momentos puntuales en los que se produjeron algunas colas para entrar. | // RAFA VÁZQUEZ

Marcos Otero es vecino del barrio y también ve cumplido una especie de anhelo por saber qué era lo que se escondía detrás de estos muros: “Vivo enfrente y desde fuera veía solo los tejados y es fantástico todo el espacio que hay aquí”, explica. Como a la mayoría de los visitantes, esta es una de las cosas que más le llama la atención: “Me sorprende su tamaño, es más grande de lo que pensaba, no me imaginaba los miles de metros cuadrados (concretamente son 10.000 de espacios verdes) que hay aquí”. “Tantos años viéndolo desde fuera, ya era hora de poder entrar”, indica.

“Me sorprende su tamaño, es más grande de lo que pensaba, no me imaginaba los miles de metros cuadrados (concretamente son 10.000 de espacios verdes) que hay aquí”

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La misma sorpresa expresa Luis Carballo: “Es más grande de lo que me esperaba, una visita muy interesante, ahora que conseguimos que sea de todos hay que disfrutarlo”.

Un total de 2.803 personas visitaron ayer el recinto

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Rosi Breasco y su marido, de Marín, regresaron ayer al convento al que hace años acudió ella y su familia para traerle huevos a Santa Clara como ofrenda para rogarle que el día de su boda, también un 18 de diciembre como ayer, hiciera buen tiempo como manda la tradición. Rosi, en su aniversario, recuerda que Santa Clara cumplió y el de su boda fue un día luminoso, igual que el de ayer en el que Santa Clara se abría a los pontevedreses. “Me parece impresionante, creí que iba a estar más deteriorado”, explicó esta vecina de Marín, “estamos deseando verlo por dentro y me gustaría que se haga aquí algo parecido a lo del castillo de Soutomaior que también nos gusta mucho”.

“Me parece muy bien que se haya comprado, es una forma de recuperar para todos un bien que sería terrible que se perdiese, ahora confiemos en que tengamos suerte en la rehabilitación y que se haga con buen criterio"

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María Jesús Fortes es archivera del Museo y ya había estado en Santa Clara para transcribir algunos de los manuscritos medievales que custodiaban las Clarisas. Aún así, solo conocía una pequeña parte del convento a la que le daban acceso. Ayer pudo conocer los jardines y el claustro. “Me parece muy bien que se haya comprado, es una forma de recuperar para todos un bien que sería terrible que se perdiese, ahora confiemos en que tengamos suerte en la rehabilitación y que se haga con buen criterio”, señaló.

“Hoy me encuentro satisfecho de ser un ciudadano de Pontevedra y por la labor que ha hecho esta gente para recuperar todo este entorno natural e histórico para la ciudad"

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Luis Rivas, exdelantero del Pontevedra, también se encontraba entre los visitantes: “Nunca entré y la verdad es que estoy sorprendidísimo, esto es una maravilla, no me imaginaba que fuera tan grande y que toda esta estructura y la historia que hay aquí dentro se conservase así”, explica. “Hoy me encuentro satisfecho de ser un ciudadano de Pontevedra y por la labor que ha hecho esta gente para recuperar todo este entorno natural e histórico para la ciudad. Es algo que tendré en cuenta toda la vida”, explica con pasión.

La jornada de puertas abiertas continuará hoy, de 10.00 a 18.00 horas y aunque el aforo máximo es de grupos de 250 personas, ayer era posible acceder sin guardar demasiada cola. El interés por entrar en el recinto era tal que media hora antes de la apertura de puertas ya había una pequeña cola ante el recinto.

Visitas guiadas

El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, satisfecho por el gran volumen de visitas que se registró ayer (un total de 2.803 personas), explicó que tras las fiestas esperan poder organizar visitas guiadas al interior del inmueble. Mientras que para estas jornadas no es necesario realizar reserva, para las visitas al interior sí que será necesario anotarse a través de la página web del Concello, en el apartado del convento, dado que los aforos deberán ser mucho más reducidos.

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