Un vertido de gasóleo de una importante dimensión afectó al Lérez durante el día de ayer y se concentró en la zona más urbana del río, especialmente en el tramo comprendido entre el Mercado de Abastos y el puente de A Barca. El vertido desprendía un fuerte olor a gasóleo.

Fueron numerosos los ciudadanos que se percataron del suceso y dieron aviso a las autoridades, entre ellas la Policía Local de Pontevedra. Y es que la mancha, o manchas, ya que debido a la corriente se fue disgregando, llamaba la atención de todos aquellos que aprovecharon el festivo para pasear por la zona de Beiramar. El departamento del Ciclo da Auga del Concello hizo seguimiento durante toda la jornada al vertido y se informó a Augas de Galicia.

Vertido en el río Lérez ayer. RAFA VAZQUEZ

Fuentes de la Policía Local informaron a FARO de que la sospecha es de que el vertido se produjo en las inmediaciones de la Plaza de Abastos, por lo que se dio aviso a Aquagest y se procedió a levantar arquetas en la calle Sierra y entorno para detectar si se trataba de algún problema con algún depósito de gasóleo, ya que todo apuntaba a ello.

Los técnicos hicieron seguimiento al vertido por la red de pluviales en busca del origen del gasóleo y lograron seguir el rastro hasta el entorno de A Peregrina, en donde lo perdieron sin poder determinar su origen. Además de investigar el vertido, Viaqua también trató de minimizarlo pero las fuertes lluvias hicieron que llegase rápidamente a la ría.

La empresa concesionaria también revisó la red de saneamiento por si existieran vertidos a esta y tuvieran alguna influencia en la EDAR pero se descartó.

Teniendo en cuenta experiencias anteriores, todo apunta a que el origen del vertido puede estar en una limpieza o fuga de una caldera, de particulares o de comunidades de vecinos que, en estas fechas proceden a las limpiezas de sus calderas de calefacción.