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La estación ultima su “transformación intermodal” pero la crisis de materiales retrasa la obra interior

Las intervenciones más visibles son la creación de la plaza en el área que antes se utilizaba como párking público y el ajardinamiento junto al Gafos

Zona acondicionada en el exterior de la estación de autobuses. // GUSTAVO SANTOS

El exterior de la estación de autobuses de Pontevedra, lo que la Xunta denomina “transformación intermodal” una vez que se conecte con la de trenes, se encuentra ya en su fase final con los últimos retoques a unos trabajos iniciados hace casi dos años, en enero de 2020, pero que se han visto afectados de forma importante por la pandemia y la crisis en el suministro de materiales.

Los trabajos en el frontal y laterales del actual edificio se pueden considerar casi terminados, pero contrastan con el interior, el que más sufre el retraso por la escasez de materias primas, un problema de carácter internacional. De hecho, las actuaciones dentro estuvieron paralizadas y se retomaron a principios de este mes de noviembre, tanto en las planta inferior como en la alta.

Por el momento es visible la plaza delante de la estación de autobuses, que antes se utilizaba como zona de aparcamiento para los usuarios y que ahora se recupera para el uso y disfrute de la ciudadanía, en consonancia con el concepto de modelo de ciudad de Pontevedra. También la actuación en el lateral por donde discurre el río de Os Gafos, que ha sido destapado en ese tramo urbano, un hito histórico para la ciudad y que satisface en parte una vieja reivindicación de la asociación Vaipolorío.

Además, hay construida parte de la pasarela que unirá las estaciones de buses y trenes, es decir, creando la intermodalidad y asegurando un paso seguro para los peatones entre ambas instalaciones.

Uno de los momentos más importantes y decisivo de esta gran obra fue la eliminación del anterior acceso de los autobuses a la estación, habilitándose el pasado 1 de septiembre desde la calle Josefina Arruti, la que une el nudo de O Pino con la zona centro.

El plazo previsto para la finalización de las obras era el lejano enero de este año, ya que la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade de la Xunta calculaba que la ejecución de las actuaciones fuese de doce meses, algo que la pandemia del COVID trastocó por completo, por lo que el retraso ya es, por el momento, de diez meses.

Los trabajos están enmarcados en un convenio de colaboración firmado entre la Xunta y el Concello de Pontevedra, que cuenta con una inversión superior a los seis millones de euros, de los que el gobierno gallego aporta el 75%, es decir, más de 4,6 millones. El 25% restante lo sufraga el gobierno local.

Vaipolorío

La intervención en el río de Os Gafos, que ha sido destapado en ese tramo urbano con motivo de las obras de la futura estación intermodal de Pontevedra, es para la asociación Vaipolorío un pequeño paso en su reivindicación histórica. “Todo lo que signifique destapar un río tapado nos parece bien, porque un río tapado se termina convirtiendo casi una cloaca”, reconoce Gonzalo Sancho, presidente de Vaipolorío.

En todo caso, matiza que lo ideal sería conservar el aspecto natural del Gafos, ya que esta actuación conlleva el ajardinamiento de la zona. “El problema de ajardinar es que evita que crezcan especies propias autóctonas, como el fento real o el narciso, que son de interés natural. Pero hay que decir que por lo menos ahora el río estará pulcro y que se entiende que ahora ya no se puede convertir la zona urbana en rural. Ya es imposible”, afirma.

“No es algo que pase solo aquí, sino en todos los ríos del mundo que pasan por ciudades: París, Berlín, Londres...”, concluye.

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