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El “efecto llamada” de la moratoria del eucalipto supuso cortas de pinos y frondosas en Pontevedra

Desde la Mancomunidade de Montes aseguran que las consecuencias se verán en próximos años con la desordenación de las nuevas plantaciones | Una de cada cinco hectáreas son de esta especie

Participantes en una corta de eucalipto en Vilaboa. // FdV

El anuncio de la moratoria para las nuevas plantaciones de eucalipto durante cuatro años, que comenzó en el mes de junio y concluirá a finales de 2025, provocó un “efecto llamada” en los montes de Pontevedra, que sufrieron cortas de pinos y de frondosas y en los que ya son visibles los nuevos árboles.

Desde la Mancomunidade de Comunidades de Montes en Man Común de Pontevedra, lamentan que se produjese el efecto contrario y se llevaran a cabo plantaciones indiscriminadas en zonas agrícolas, “incluso sin respetar las distancias de 50 metros de las viviendas”.

“Se agotó la planta, en los viveros el eucalipto estaba agotado y las empresas que hacían estas labores no daban abasto. Fue una de las cosas que se denunció, porque esta medida, lejos de ser disuasoria, fue un revulsivo a la hora de aumentar la superficie de eucalipto. Es como cuando en un centro comercial se produce una liquidación y la gente acaba comprando lo que no necesita”, se lamenta Iván Pérez, presidente de la mancomunidad.

"La falta de información o información sesgada provocó que se sustituyeran coníferas, como pinos, que tienen una vocación forestal, o especies con un elevado valor ecosistémico"

Iván Pérez - Presidente de la Mancomunidade de Montes de Pontevedra

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“La clave estuvo en que en las zonas donde ya había eucaliptales se podía seguir plantando, pero en donde no lo había no se podía introducir. La falta de información o información sesgada provocó que se sustituyeran coníferas, como pinos, que tienen una vocación forestal, o especies con un elevado valor ecosistémico”, añade.

Para llevarlas a cabo hacían falta permisos, “pero vivimos en una tierra en la que primero se hace y después, en caso de que haga falta, se dan las explicaciones”.

En este sentido, valora la iniciativa puesta en marcha por parte de la Xunta de Galicia a través de la Lei de Recuperación de Terras Agrarias, pero considera imprescindible la concienciación ciudadana para que se lleve a cabo en la dirección que se pretendía. “Esta moratoria debería ir acompañada de la aclaración de prohibidas nuevas superficies, y no solo plantaciones”, considera.

En todo caso, cree que cuatro años son insuficientes para frenar la proliferación del eucalipto. “El ciclo para la corta de esta especie está en torno a los diez o doce años; la iniciativa tiene que ir más allá de una moratoria e incluir una buena ordenación de la superficie”, indica Iván Pérez.

“En Galicia vamos muy por encima de lo estimado desde el último plan forestal en plantaciones de eucalipto”, advierte.

Falta de tratamiento silvícola

Aunque parezca contradictorio, estas nuevas plantaciones no deberían ser en su inicio perjudiciales en lo que se refiere a la prevención de incendios. En esta línea, Iván Pérez afirma que “incluso podríamos considerarlo al revés, ya que parcelas que estaban improductivas desde un punto de vista maderero fueron acondicionadas con limpieza, etc...”

“Las parcelas más preocupantes a la hora de hablar de incendios no son las de plantaciones ordenadas donde hay calles, sino que los problemas llegan a medio y largo plazo cuando un particular hace una corta de una especie como es el eucalipto glóbulus a los diez o quince años y no sabe que después tiene que hacer una serie de tratamientos silvícola, como la selección de brotes, lo que provoca que donde había un árbol salgan seis, y eso multiplicado a gran escala, que provoca el abandono y genera un peligro de incendio”, resume.

El presidente de la asociación ecologista Adega, el biólogo Roi Cuba Dorado, indica que una de cada cinco hectáreas en Galicia dedicadas a las plantaciones son de eucaliptos, “lo que supone un desastre para la biodiversidad”.

“Los efectos de las nuevas plantaciones debido a la moratoria se notarán en los próximos años. Con todo ello toda la sociedad. No es un problema económico, porque no se puede poner precio a todos los servicios del ecosistema. Las especies autóctonas supone aire limpio, agua... y eso no se tiene en cuenta”, recuerda.

Eliminación de especies invasoras en Vilaboa

La Comunidade de Montes de San Martiño de Vilaboa organizó una jornada de voluntariado con el objetivo de eliminar eucaliptos de una plantación de castaños. Los ejemplares se retiraron manualmente y sin herbicidas en una parcela de una hectárea que está destinada a la especie autóctona para la producción de castañas. Los voluntarios, integrados por vecinos de Vilaboa y municipios vecinos, realizaron la tercera limpieza manual para el control y erradicación de este árbol invasor. No es la primera vez que se lleva a cabo una iniciativa de este tipo. La plantación se inició con la ayuda de los comuneros hace casi un año. El terreno forma parte de las dos hectáreas que se ampliarán en próximos años hasta llegar a 14 hectáreas. La comunidad de montes estudia la posibilidad de realizar más convocatorias para este tipo de trabajo que incentiven la valorización del entorno natural.

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