Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Andoni Martínez durante una actuación. | // FDVCristina Prieto

Andoni Martínez | Tenor de “Jugando a la ópera con Mozart”

“Hacemos una introducción muy divertida y participativa al mundo de la música clásica”

El tenor, que se hizo famoso durante el confinamiento por cantar desde el balcón de su casa, actúa el domingo en Afundación

“Jugando a la ópera con Mozart”, un espectáculo familiar que hace un recorrido por la historia de la música clásica, especialmente de la ópera, llega el domingo, 14 de noviembre, al auditio de Afundación (12.00 horas). “Lo habremos representado unas 700 veces, e igual me quedo corto”, bromea su protagonista, el tenor Andoni Martínez, que se hizo famoso el año pasado por salir durante el confinamiento al balcón de su casa en la plaza de San Nicolás de Algorta (Getxo) a interpretar diferentes arias y canciones todos los días. Como maestro de ceremonias estará el actor Miguel Ribagorda, que se meterá en el papel de Mozart para conducir a los asistentes en un “divertido y participativo” viaje en torno a la música.

–¿En qué consiste el espectáculo que representará el domingo?

–Es una introducción muy divertida y participativa al mundo de la ópera y de la música clásica en general, porque realmente hacemos un repaso de los grandes compositores de la historia, pero lógicamente muchos de ellos también han hecho ópera. Empezamos con Monteverdi y el origen de la ópera, saltamos rápidamente al siglo XVIII con grandes compositores como Beethoven, Mozart, Rossini, Donizetti, Verdi… y lo que hacemos es un recorrido muy divertido por todos ellos. El público va a escuchar en directo arias tan conocidas como “La Donna è Mobile” o “Nesum Dorma”, vamos a jugar en torno a “La Flauta Magia”, que da mucho juego, y todo con las medidas de seguridad pertinentes.

–¿Cómo participarán los asistentes?

–Solicitamos al público que participe y lo hace, y vamos creando un ambiente muy distendido. Al final, la gente también juega con nosotros. Pero todo ello con medidas de seguridad, mascarilla cuando se sale al escenario… Es un espectáculo de más o menos una hora de duración en el que te diviertes, participas y sales con una idea de lo que es la ópera y tienes un primer encuentro que yo creo que es positivo.

–Con la compañía Ópera Divertimento ya ha obtenido numerosos reconocimientos. ¿Funciona esta fórmula de iniciar a los más pequeños en la música clásica?

–Llevamos ya mucho tiempo haciendo espectáculos de introducción al mundo de la lírica. Hay algunos que son directamente de adaptaciones de ópera, como el de La Flauta Mágica, con el que obtuvimos el premio del público al mejor espectáculo familiar en Madrid en 2019, y a día de hoy aún seguimos con él en Madrid, llevamos más de siete años en temporada regular en el teatro Bellas Artes. Y luego hay otros espectáculos, como éste, que son de acercamiento al mundo de la ópera, no de una sola obra en concreto, sino algo más general. Este espectáculo lo hemos llevado a colegios, a centros culturales, siempre orientado a niños, pero también es para mayores, porque lo que gusta a un niño gusta a un mayor y hay mayores que se acercan por primera vez a la ópera y se sorprenden positivamente.

–¿Es muy diferente para un tenor profesional adaptar obras para un público infantil o familiar?

–Es diferente, pero entraña otro tipo de dificultad. Al margen de cantar, que yo siempre intento dar lo mejor de mí mismo sea cual sea el público, aquí te exige un plus de acción, hay que actuar más porque los niños son un público más inquieto y que necesita tenerle enganchado constantemente, porque se despista fácilmente, y más hoy en día, tiene elementos a su alrededor que le hacen ser así. Por eso te hace actuar de una manera bastante potente en todo momento para que no se pierda su atención y yo creo que lo conseguimos.

–Cambiando de tema, ¿cómo recuerda los meses de confinamiento en los que salía a cantar al balcón?

–Lo recuerdo como una experiencia dura pero muy bonita, porque salía todos los días a cantar al balcón. Al principio fue algo espontáneo, porque yo veía que alrededor de mi casa, cuando se empezó a aplaudir al personal sanitario, había gente a la que le daba algo de vergüenza salir, entonces se me ocurrió que podía salir a cantar algo y empecé con “O sole mio”, porque tenía la base; cogí un amplificador y lo canté en la plaza y se armó una buena (se ríe). Decidí entonces salir a cantar cada día una canción, acabé cantando más de 50 diferentes. Eso también me ayudó muchísimo a estar ocupado, a preparar cada día la canción, a buscar una base para cantarla, a la gente le animaba muchísimo, esperaban cada día por la canción y después la compartían en redes sociales.

–Y después grabó un disco con esos temas.

–Sí. La recaudación fue todo para Cáritas, para las mujeres en riesgo de exclusión por el COVID. Sacamos 500 copias y las vendimos todas, recaudando cerca de 5.000 euros. Ahora estoy con diferentes proyectos, voy a grabar en febrero un disco de éxitos de Luis Mariano en francés y español.

–¿Se está recuperando, por fin, el sector?

–Hay movimiento. Desde las corporaciones locales y las ciudades quieren dar cada vez más un aire de normalidad, y sin una programación cultural es difícil, así que en este sentido están apostando. Tengo miedo de que volvamos un poco a las andadas. Confío en que entre la vacunación y la responsabilidad no volvamos a una situación anterior, porque para muchos sectores sería la quiebra absoluta.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.