El acuartelamiento Cabo Noval, en Asturias, acogió este viernes el acto de despedida del contingente del Regimiento Príncipe 3 de la Brilat, que se incorporará a la misión en Irak durante el mes de noviembre. Presidió la ceremonia el general jefe de la Brigada Galicia VII, Luis Cortés, y se celebró un desfile a pie y otro motorizado de la fuerza.

Entrega de una imagen de la Virgen de Covadonga. FdV

Las misiones principales del contingente serán proporcionar protección al personal de la OTAN desplegados en la “Misión Irak”, en el cumplimiento de sus misiones de asesoramiento.

Aunque la mayor parte de los militares participantes en este despliegue pertenecen a la unidad asturiana, efectivos de la base de Pontevedra también forman parte de esta misión a Irak y de otra a Mali, que se inician el 15 de noviembre con las primeras rotaciones.

El comandante Víctor Alvarellos, jefe de la unidad Force Protection enmarcó la operación en el país asiático en la misión NATO Mission Irak de la OTAN. El objetivo es ayudar a reforzar las instituciones y fuerzas de seguridad iraquíes para que ellas mismas puedan impedir el regreso del ISIS, luchar contra el terrorismo y estabilizar su país. Dejó claro que la misión no es de combate, sino que implica un “pleno respeto a la soberanía del país”, contribuyendo a la lucha contra el terrorismo, ayudando en la formación y protegiendo civiles. La Misión de la OTAN está basada “en la asociación y la inclusión”, asegurando ese respeto a la integridad territorial de Irak.

Actualmente, la contribución de España a esta misión es de 267 militares, de los que 125 pertenecen a la Brilat: 100 son del Regimiento Príncipe 3 y tienen como misión principal proteger al personal del cuartel de Nato Mission es sus cometidos, mientras que 25 se dedicarán a garantizar el apoyo logístico a las fuerzas españolas desplegadas en el país. Los vuelos de estos militares despegarán desde los aeropuertos de Madrid y Asturias.

Todos los efectivos han realizado en los últimos días las últimas pruebas de evaluación en el Centro Nacional de Adiestramiento de San Gregorio, en Zaragoza, y los soldados españoles estarán desplazados unos seis meses.

La misión en Mali, el otro reto de la brigada pontevedresa

El despliegue en Mali, por su parte, se encuentra en la Misión de Formación de la Unión Europea (EUTM) en ese país africano, de la que forman parte actualmente 1.067 soldados actualmente de 25 países europeos. Llevan ocho años de operación. Desde España se cuenta además con aportaciones de otras unidades de la Brilat, como son el Grupo Logístico, el Batallón de Cuartel General, el Grupo de Artillería y el Batallón de Zapadores, así como del Mando de Ingenieros y el Mando de Transmisiones, entre otras unidades del Ejército de Tierra. Los objetivos estratégicos de la misión son contribuir a la mejora de las capacidades de las Fuerzas Armadas de Mali, consolidar las mejoras logradas contribuyendo a la estabilidad política, apoyar el restablecimiento del control del Estado en todo el país y fortalecer la cooperación regional para hacer frente al terrorismo y el tráfico ilegal de seres humanos. Así, basan sus actividades en cuatro pilares: entrenamiento de las unidades militares de Mali; asesoramiento de las fuerzas armadas del país; mejoras del sistema de educación militar; y asesoramiento y capacitación al cuartel general de la Fuerza Conjunta del Sahel del G5.

Actualmente la contribución española a esta misión es de unos 600 militares, de los que unos 350 son de la Brilat (265 pertenecen al regimiento asturiano), unos 125 son de la Brigada de Infantería de Marina Tercio de Armada y el resto son de otras unidades del Ejército de Tierra. Veinte militares de la Brilat ya están desplegados en Mali. Son 18 que están adscritos al acuartelamiento de Cabo Noval y otros dos pertenecen al Batallón de Zapadores de la base de Figueirido, en Pontevedra. Ellos son los que han venido desarrollando en los últimos meses un programa específico de formación. Su destino en los próximos cuatro meses estará en las instalaciones de la región de Mopti-Sevaré, a unos 600 kilómetros de la capital de Mali, Bamako. El despliegue a Mali está previsto que se realice en tres rotaciones de vuelos, ambos desde el Aeropuerto de Asturias. El teniente coronel Ricardo Velasco, jefe del batallón San Quintín, admite que la situación en Mali es “inestable” y “volátil”. El país ha vivido recientemente dos golpes de estado y la presencia de grupos armados terroristas en el norte del país es otro motivo de preocupación.