Vecinos de las parroquias Samieira y Combarro de Poio vivieron una jornada “terrorífica” de Samaín y Halloween en la que participaron tanto los más pequeños como los adultos. Disfrutaron de estos días festivos con una fiesta de disfraces y una chocolatada. Los atuendos favoritos fueron los de “meiga” y también se decoraron calabazas en las que los niños crearon gestos propios de esta época y que rellenaron con velas para adornar la noche. Tras este puente, los escolares se incorporan hoy al curso con el buen sabor dulce que les ha dejado una fiesta en la que, además, degustaron un sabroso chocolate.