Un abogado describió el proceso vivido ayer en la Audiencia de Pontevedra como "un guion de película”, o “thriller psicológico hollywoodiense con tintes románticos”. No era para menos.

Se juzgaba a I.S.G., quien se presenta como un bróker de bolsa, acusado de estafar a su novia en su cuenta bancaria, ocultándole además que estaba casado con otra.

El implicado decía a su pareja, una médico anestesista de Pontevedra, que viajaba a Londres y Hong Kong para atender sus negocios, cuando estaba casado con otra mujer en la localidad coruñesa de Melide. Esa otra mujer, que declaró en el juicio como testigo, afirmó que ella no sabía si era bróker o no. “Eso decía él”, añadió.

Su exmujer afirmó que no sabía si era bróker o no: “Eso decía él”

Tras varios meses de relación con su novia pontevedresa, I.S.G. le dijo que tenía ciertos problemas económicos, por lo que la animó a pedir un crédito bancario del que –según la Fiscalía– se aprovecharía él.

La vista celebrada ayer en la Audiencia de Pontevedra fue una cascada de sorpresas para las propias partes. El acusado afirmó que su relación con la denunciante no ha terminado, que él sigue enamorado de ella y que está dispuesto a asumir una pena de prisión si es por el bien de la mujer y por no generarle más problemas con su familia.

Aseguró que se ofreció a devolverle el dinero (unos 22.500 euros que le habría retirado de la cuenta, según la Fiscalía) y afirmó incluso que él mismo pidió a la víctima que no le retire la denuncia, cuando hace solo cuatro meses lo visitó en la prisión de Monterroso, donde cumple condena.

Sorprendió también a las partes al asegurar que es el padre de la hija que la pontevedresa tuvo hace algo menos de dos años, cuestión que posteriormente la denunciante negó con rotundidad.

I.S.G. negó que hubiese engañado a la pontevedresa en ningún momento. Aseguró que le dijo que estaba casado con otra mujer, pero que la relación no funcionaba y que desde que comenzó a convivir con su nueva pareja le habló de su cónyuge, que reside en Melide. También negó la estafa, argumentando que los movimientos de dinero desde la cuenta de ella fueron en todo momento consentidos, ya que la mujer intentaba ayudarlo.

La víctima admitió que “estaba perdidamente enamorada” de él y que la relación fue “idílica”

Explicó que en enero de 2015 se topó con un problema económico que afectaba a su propio padre, por un importe de 1,5 millones de euros y que los 22.500 euros supuestamente defraudados, ni fueron sustraídos contra la voluntad de ella, ni le venían a resolver su problema financiero. Solo eran pequeñas cantidades que le ayudaban a seguir trabajando.

La versión de la víctima fue muy diferente. Admitió ante el tribunal que “estaba perdidamente enamorada” de él y que la relación fue “idílica” hasta que se dio cuenta de las supuestas estafas. Mientras duró la relación, entre los años 2014 y 2015, hicieron dos “maravillosos” viajes a Italia, dijo, también pagados por ella. Él se ausentaba durante largas temporadas con la excusa de sus negocios en Londres o Hong Kong. Narró cómo pagó comidas y viajes, tanto con I.S.G. como con su padre, al tiempo que él iba extrayendo cantidades de dinero de su cuenta bancaria.

La exmujer del bróker también sorprendió a las partes asegurando que había una tercera mujer, en este caso vecina de Melide, con la que también había estado el acusado. “De la de Pontevedra yo no sabía nada”, aseguró.

La Fiscalía solicita para él cuatro años de cárcel por un delito continuado de estafa y, además, reclama que pague una multa de 3.000 euros e indemnice a la víctima con los 22.500 euros supuestamente defraudados.