Los albergues viven sus horas más bajas

Manuel Vidal recibiendo a unos peregrinos en Dpaso Urban Hostel.

Manuel Vidal recibiendo a unos peregrinos en Dpaso Urban Hostel. / Rafa Vázquez

Carolina Sertal

Carolina Sertal

A tan solo 15 días de la celebración del Día de Santiago Apóstol, el flujo de peregrinos que realizan el Camino de Santiago se incrementa de forma considerable a su paso por Pontevedra y prácticamente a diario se pueden ver grupos recorriendo tramos de la N-550 cargados con sus mochilas.

Muchos optan por finalizar una etapa en la Boa Vila y buscan alojamiento en los albergues y hostels de la ciudad, que en la actualidad mantienen unas restricciones de aforo del 30% en zonas comunes y habitaciones compartidas.

En comparación con el año pasado, cuando la limitación de aforo era del 75%, diferentes responsables de los albergues ya vaticinan que este verano “será peor”, y es que al escaso margen de maniobra que tienen hay que sumarle la mayor oferta de alojamientos.

Una peregrino realizando el check-in en Alcolá Hostel.

Una peregrino realizando el check-in en Alcolá Hostel. / Rafa Vázquez

Esta es la opinión de Jorge de Uña, responsable de Slow City Hostel Pontevedra, quien explica que “es una frustración tremenda porque no podemos llenarlo y tampoco vemos que se adopten medidas para ayudar al sector. Parte del dinero de promoción del Xacobeo de la Xunta se ha destinado a la apertura de nuevos albergues, mientras que nos mantienen estas restricciones. Por otra parte, es cierto que la demanda este año está siendo baja, porque casi no hay peregrinos extranjeros, la mayoría son españoles, y eso se nota”.

El balance que de Uña hace de este año con respecto al anterior es pesimista, y es que calcula que el verano tan solo le reportará un 25% de beneficios, frente al 35% del 2020. En este sentido, comenta que “hay días que llenas y tienes que rechazar a otros clientes por el aforo, mientras que hay otros días en los que no hay gente, y con todo, en el sector yo no soy de los que peor está, porque muchos compañeros ya optaron por no abrir o han reconvertido los albergues en apartamentos turísticos que ya no tienen nada que ver, para sobrevivir, porque llevamos acumulados varios meses de pérdidas este año”.

Asimismo, desde Namaca Hostel también apuntan que, a dos semanas de la celebración de la fiesta de Santiago Apóstol, “la ocupación es bastante baja” para ser Año Santo y con respecto a veranos anteriores.

Al margen del Camino

En Dpaso Urban Hostel las impresiones distan de las anteriores en algunos aspectos, puesto que su responsable, Manuel Vidal, indica que “tenemos los meses de julio y agosto bastantes completos, pero también es cierto que nosotros tenemos otro tipo de clientes al margen de los peregrinos que hacen el Camino”.

Hasta la fecha, Vidal señala que están “contentos, pero un poco fastidiados al mismo tiempo, ya que la restricción del 30% en zonas comunes se nota. Tenemos capacidad para un total de 30 personas diarias y tan solo entran diez”.

En cuanto al perfil de los peregrinos que están de paso en la ciudad, Manuel Vidal hace referencia a que prácticamente la gran mayoría son de ámbito nacional, al igual que señalan desde Alcolá Hostel y Slow City Hostel Pontevedra, pero el responsable del albergue situado en la calle de O Gorgullón afirma que “ya se empiezan a ver peregrinos que vienen de Estados Unidos, Irlanda, y sobre todo muchos proceden de Portugal”.

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Si bien la actual normativa de la Xunta de Galicia está impidiendo que los albergues para peregrinos desarrollen su actividad con normalidad, lo cierto es que no pierden la esperanza, “ya que al menos vamos trabajando”, tal y como apuntan desde Alcolá Hostel. En este sentido, una de las empleadas de este alojamiento situado en la calle Arzobispo Malvar confía en que a medida que avance el período estival y la vacunación contra el Covid, “la situación comience a mejorar y por fin amplíen el aforo, ya qu e un 50% sería defendible. Nuestra sensación es positiva porque estamos trabajando, pero es cierto que las restricciones de ocupación nos afectan”. Por su parte, el responsable de Dpaso Urban Hostel, Manuel Vidal, añade que “parece que empieza a haber más movimiento y, desde luego, tras la eliminación de los cierres perimetrales el pasado mes de mayo, notamos una mejoría importante en cuanto a la demanda. Esperamos que continúe”.

“Somos de Polonia y está siendo una experiencia increíble”

Bajo el sol de media mañana, apurando el paso para no reducir el ritmo de la marcha y con las mochilas cargadas ya con más de 100 kilómetros, un pequeño grupo de peregrinos efectuaba ayer su llegada a Pontevedra. Arthur, Daniel y dos amigos más hacen un pequeño alto en el camino para contar que hace días partieron desde Oporto y que “está siendo una experiencia increíble” recorrer el Camino Portugués de la Costa. Arthur es el que mejor habla castellano en el grupo y explica que vienen desde Polonia y esperan llegar a Santiago mañana. Aunque no es su primera vez haciendo la ruta sí lo es para los demás compañeros que caminan junto a él en esta ocasión y Arthur comenta que “están encantados”. Antes de continuar la marcha, Daniel se anima a compartir sus impresiones y dice que, hasta Pontevedra, “el Camino es precioso y una experiencia que recomendaría a todo el mundo. Hay etapas más difíciles que otras, pero sin duda será inolvidable para nosotros”.

Arthur y Daniel, en ambos extremos, ayer, en Pontevedra. |  // S.A.

Arthur y Daniel, en ambos extremos, ayer, en Pontevedra. | // S.A. / Carolina Sertal

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