El bar Os Maristas, un local histórico de la plaza de A Verdura cerrado desde 2019, reabre en este arranque del verano de la mano del equipo encabezado por el cocinero Aarón Álvarez, que esta semana da los últimos toques a un local apenas remodelado, en una de las casas más antiguas de la ciudad y que conserva una ventana gótica, felizmente recuperada en 1975 y restaurada en base a los estudios y dibujos de la Sociedad Arqueológica.

“No hemos hecho mucha obra”, explica el hostelero, “no hemos modificado ningún espacio” del bajo. Sí se ha llevado a cabo una pequeña actualización “de mejora general y pintura”, una intervención sencilla como también lo es la propuesta gastronómica del establecimiento.

“Es muy simple, un bar de tapas tradicional, una tapería de siempre pero con una pequeña vuelta, por ejemplo con tapas más visuales y todas para compartir”, avanza Aarón Álvarez, “será un bar de tapas 2.0”.

Su hermano Rubén Álvarez se situará al frente de la barra y la terraza, que confían en que será otro de los grandes activos de la tapería “ya que está en una ubicación inmejorable, le da el sol y estás viendo una plaza y un edificio con encanto”, resumen los nuevos propietarios.

“Somos 4 socios, pero lo llevaremos nosotros”, explica el hostelero, que se formó en Cocina y Pastelería en el CIFP Carlos Oroza. Tras su paso por las cocinas de Pepe Vieira “donde empecé”, explica, siguió en el restaurante Román “donde estuve más de 8 años y donde estaba muy contento y feliz, pero tenía el gusanillo de emprender”.

“Poco a poco fuimos madurando la idea”, añade Aarón Álvarez, “y nos surgió esta oportunidad, con una inmejorable ubicación, creemos que es una de las mejores de Pontevedra”.

A propósito del momento de la hostelería en Pontevedra en este arranque de la era post COVID, el cocinero indica que “está en uno de los mejores momentos, en auge totalmente, tanto por la calidad del producto que maneja, como por los locales e incluso por este momento, en el que empieza el verano y que se levantan algunas restricciones”.

Los trabajos de acondicionamiento han retrasado la apertura. “Nos hubiese gustado haberla hecho antes y llegar al verano con más rodaje”, indica el profesional, que esta semana recibe la felicitación del sector por su proyecto emprendedor. También de los clientes, deseosos de reencontrase con Os Maristas, esta vez en versión 2.0.