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Solidaridad joven con gotas de vida

Daniel Fernández e Iván Louzán, ayer en pleno gesto altruista en el autobús de donaciones. | // G. SANTOS

El campus de Pontevedra está repleto de carteles animando y concienciando sobre la importancia de donar sangre y estos días el autobús de extracciones sanguíneas ha hecho parada en las facultades para que los alumnos muestren su faceta más solidaria. Y es que en plena pandemia las donaciones de sangre son más necesarias que nunca, como recuerda el equipo sanitario del bus.

La extracción es muy sencilla y los requisitos para donar son muy pocos: tener un buen estado de salud, no ir en ayunas, que hayan pasado dos horas después de la última comida, llegar al peso mínimo de 50 kilos y tener entre 18 y 65 años. Estas campañas se suelen hacer dos veces al año en el campus universitario y el equipo médico adelanta que “en general el alumnado suele responder muy bien y son muy solidarios”.

Uno de esos solidarios es Daniel Fernández, estudiante de primer curso de Comunicación Audiovisual. Donó ayer por primera vez tras cumplir la mayoría de edad impulsado por su entorno. “Mi hermano y mi madre siempre donan y ahora que soy mayor de edad pensé que por qué no. Además mi compañera de piso estudia enfermería y sabe que en Montecelo tiene las reservas bajas, así que vengo más que concienciado”. En su primera donación sufrió un leve mareo, pero rápidamente se le pasó: “Volveré porque es casi el mismo proceso que cuando te hacen una analíticas”, explica. Este alumno además añade que ve en sus compañeros falta de “solidaridad y concienciación”.

"Son 15 minutos y no cuesta nada, pero ayuda mucho"

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Iván Louzán, por el contrario, es un donante habitual a sus 28 años. Es estudiante de segundo curso del grado de Fisioterapia y dona siempre que ve el autobús cerca. “Ahora es un poco más tedioso porque hay que pedir cita”, explica. Y es que desde la pandemia este es el método de extracción con un listado de citas para que no se acumule mucha gente porque solo pueden estar dos donantes en extracción y otro contestando las preguntas necesarias para donar. “Una vez estás aquí es sentarse y nada más. Además siempre hay muy buen ambiente, se pasa muy rápido y casi que apetece”, prosigue. Sobre la participación , Louzán cree que “en general parece siempre que da algo de respeto el tema de las agujas, pero creo que es más por desconocimiento y hace falta probarlo porque luego no es nada. Son 15 minutos y no cuesta nada, pero ayuda mucho".

Antes de donar a los alumnos se les hace el carné de donante de sangre. Así la Axencia de Doazón de Órganos e Sangue (ADOS) tiene sus datos y les avisan cada tres o cuatro meses, depende del sexo, para recordarles que ya pasó el tiempo estimado y pueden volver a donar.

Antes de la extracción además, se les toma la temperatura, la presión sanguínea y se les hace una punción en el dedo para saber la cantidad de hemoglobina que tienen ya que se necesita un mínimo y en caso de tener anemia, por ejemplo, no se puede donar. Además de esto algunos medicamentos también restringen esta actividad y hay una serie de situaciones que no impiden participar, pero requieren que se espere un tiempo determinado como un tatuaje, una operación, alguna enfermedad o un viaje. También debido al COVID los donantes deben avisar hasta 15 días después de la extracción si tienen algún síntoma compatible.

En cada extracción se obtienen por término medio 460 mililitros, aunque en personas de muy poco peso a veces la cantidad es algo menor. El autobús registra una cita cada siete minutos, aunque si queda algún hueco libre reciben donantes sin cita previa.

Cabe recordar que según la Axencia de Doazón de Órganos e Sangue en 2020 se recogieron unas 50.000 donaciones de sangre en las siete principales ciudades gallegas. De estas, Pontevedra es la tercera en cuanto a participación. La aportación de las siete ciudades, que representan el 37% de la población gallega, supuso el 47% de las donaciones de sangre recogidas el pasado año y alcanzó un incremento de cinco puntos respecto al año anterior.

Ana Muíños junto al autobús de donación. Gustavo Santos

“Con la pandemia se necesita más sangre”  

Ana Muíños es una de las médicas al frente del autobús de donación de sangre que recorre estos días la provincia de Pontevedra. La facultativa quiere hacer hincapié en la necesidad de concienciación sobre la donación siempre, pero más aún en pandemia. Muíños habla sobre la situación del las reservas de sangre. “Con la pandemia se necesita más sangre. De hecho hubo un momento en el que hubo que parar algunas operaciones por falta de reservas o ciertos componentes sanguíneos y entonces se hizo un llamamiento para la donación”, acuña la doctora. 

Según indica, dependiendo del  momentos hay menos reservas de un grupo u otro. “En Galicia, por lo general, los grupos sanguíneos más habituales son el A positivo y el cero positivo suelen ser los que más se consumen y de los que más necesidad hay de cubrir”, alienta Muíños, aunque recalca que todas las donaciones son necesarias.

En este sentido también recuerda que el grupo cero negativo, el donante compatible con todos los grupos sanguíneos es otro de los que también es importante tener siempre en las reservas.

El autobús estuvo ayer en el campus por la mañana y por la tarde y hoy se traslada hasta O Grove.

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