Seis hombres acusados de intentar introducir por el puerto de Marín cocaína procedente de Colombia en buques de atún en conserva han aceptado este lunes dos años de cárcel y el pago de multas de 1,8 millones de euros cada uno, después de que la Fiscalía rebajase la petición de prisión, ya que inicialmente pedía condenas de once a nueve años.
El juicio contra siete acusados de tráfico de drogas –de los que uno se encuentra en situación procesal de rebeldía-, que iba a celebrarse esta semana en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de A Coruña, se ha saldado esta mañana con un acuerdo de conformidad entre las partes.
En la vista, los seis encausados se han declarado culpables de un delito contra la salud pública, con la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, al aceptar la pena de dos años de cárcel y el pago de una multa de 1.856.380 euros cada uno.
La Fiscalía demandaba inicialmente en su escrito de calificación penas de entre nueve y once años de prisión por delitos contra la salud pública y el pago de multas de 14,8 millones de euros.
Además, las partes han solicitado la suspensión de las condenas, que ha quedado pendiente de pronunciamiento por la sala, al considerar que los varones están "reinsertados".
Cerca de mayo del 2009, relata el Ministerio Público, dos de los procesados, vecinos de Ferrol, y uno tercero residente en Sanxenxo, "decidieron asociarse entre sí y con otras personas" para "diseñar, financiar y ejecutar la importación de Colombia a España de la mayor cantidad de cocaína que fuesen capaces de gestionar".
El 12 de junio, narra, se celebró una reunión en Vilagarcía de Arousa entre tres acusados y emisarios enviados por dos vendedores colombianos –uno de ellos rebelde en la causa- para gestionar el operativo. La siguieron otra en Ferrol y una en A Illa de Arousa.
Entonces, los exportadores supuestamente seleccionaron como medio de transporte un buque que en verano habría de zarpar del puerto de Manta (Ecuador) con destino al puerto de Marín para transportar 23 contenedores cargados de atún.
Para introducir el alijo, explica la Fiscalía, "aprovecharían una de las escalas que este debía realizar en Colombia".
Otro de los encausados, vecino de Vigo y gerente de dos establecimientos de mobiliario de cocina, aceptó "la función de localizar el contenedor a su llegada a puerto" y encargarse de extraer la droga.
Así, el 5 de agosto de 2009 los contenedores de atún partieron de Ecuador y llegaron al puerto de Buenaventura, en Colombia, donde se hizo el intercambio de parte de la carga por droga.
Posteriormente el barco hizo escala en el puerto de Cartagena de Indias donde el contenedor fue interceptado por la policía, que confirmó que los paquetes contenían un total de 227,60 kilos de cocaína, con una pureza del 83,78 %.
La Fiscalía indica que la cocaína intervenida que los acusados pretendían introducir en España habría alcanzado en el mercado un precio de 7,4 millones de euros al venderse al por mayor y 32,3 millones si se hubiese vendido por dosis.
