La Xunta ha diseñado una red de infraestructuras industriales para la valorización de la materia orgánica, tal y como explicó este viernes en A Lama la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, que indicó que esta red está formada por las cuatro plantas de biorresiduos construidas por la Xunta y 13 más de transferencia , que se construirán y actualizarán, una de ellas en A Lama. En este sentido, la conselleira ha dicho que ya están en licitación por 1,2 millones de euros las obras de la nueva planta de transferencia de este municipio pontevedrés, que sustituirá a la microplanta que ha estado en funcionamiento desde hace años en este municipio. Vázquez, acompañado del presidente de Sogama, Javier Domínguez Lino, visitó la parcela donde se ubicará esta nueva instalación.

Las cuatro nuevas plantas de biorresiduos estarán ubicadas en los municipios de Cerceda, ya operativa, Vilanova de Arousa, Cervo y Verín. En conjunto, podrán procesar 46.200 toneladas de residuos orgánicos y material estructurante al año, obteniendo un máximo de 13.000 toneladas de compost.

Además, también se mejorarán las plantas de transferencia, con la instalación de una tolva en siete plantas (Chantada, Sarria, Vigo, Silleda, A Rúa, Narón y O Porriño) y en el caso de la planta de transferencia de Cee se ubicará en el polígono industrial, donde se construirá una nueva planta.

La conselleira de Medio Ambiente recordó que la Unión Europea se ha planteado, a finales de 2023, el reto de haber implementado la recogida selectiva de materia orgánica a través del quinto contenedor, el marrón.

La planta de A Lama se instalará en el polígono industrial de Racelo, en una parcela de casi 2.300 metros cuadrados, y dará servicio también a los municipios de Cercedo-Cotobade, Fornelos de Montes y Ponte Caldelas, aunque se puede ampliar a otros municipios porque cuenta con una capacidad de transferencia de más de 5.000 toneladas anuales.

El presidente de Sogama, Javier Domínguez Lino, indicó que, además de una nave de 600 metros cuadrados, contará con los siguientes elementos: un compactador fijo, una báscula, un sistema de traslado de contenedores, con capacidad para dos, un estacionamiento de contenedores, una depuradora de aguas residuales y paneles solares para el autoconsumo de la propia planta.

Esta operación permitirá el traslado, además de la bolsa negra y la bolsa amarilla, de la fracción de residuos orgánicos recogidos en el contenedor marrón, que luego se enviará a la planta de biorresiduos de Vilanova de Arousa cuando esté operativa.