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La elevada demanda para el verano genera ya escasez de viviendas turísticas en el mercado

La búsqueda de pisos vacacionales sube considerablemente con respecto al año pasado | En zonas costeras, como Sanxenxo, el mes de agosto ya está completo y julio, a punto

Paseo de Silgar, en Sanxenxo, la pasada Semana Santa. GUSTAVO SANTOS

Aún con la incertidumbre de lo que pasará en verano por la evolución de la pandemia y la situación económica, hay un sector para el que parece que no existe la crisis: los pisos turísticos. La demanda para alquilar viviendas vacacionales ha subido considerablemente este año, hasta el punto de que en algunas zonas de costa ya está todo prácticamente reservado para el mes de agosto y con poca disponibilidad para el de julio.

Sucede a lo largo y ancho de toda Galicia, pero especialmente en municipios con un carácter marcadamente turístico, como es el caso de Sanxenxo, donde está ya todo prácticamente completo. Así lo apuntan desde varias inmobiliarias del concello, como Javier Tovar o Juan M. Rodríguez, y desde la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia ‘Aviturga’.

“Se nota mayor demanda que el año pasado porque entonces, al estar en cuarentena hasta finales de mayo, había muchas dudas y muchas reservas se hicieron a última hora. Este año ha habido más previsión, quizá por las expectativas de la vacunación, aunque nos preguntan mucho por la política de cancelación”, explica Dulcinea Aguín, la presidenta de Aviturga.

“Este año hay más demanda y más reservas”, confirma Juan M. Rodríguez, que cree que si el ritmo sigue así, en mayo estará casi todo ocupado. “Creo que este año va mejor que el año pasado. Casas con piscina ya no quedan y urbanizaciones con piscina quedan pocas, de pisos en el centro y en las zonas rurales cerca de la playa hay poca disponibilidad ya”, apunta.

El año pasado, al estar en cuarentena hasta finales de mayo, muchas reservas se hicieron a última hora. Este año ha habido más previsión, quizá por las expectativas de la vacunación, aunque nos preguntan mucho por la política de cancelación

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Lo que antes se agotan son las casas con jardín y piscina “porque hay muy pocas”, comenta Josina Silva, de Javier Tovar. Normalmente, contactan con dueños de chalets que están a la venta y les proponen alquilarlos mientras no encuentran comprador. Últimamente, por la crisis económica, hay cada vez más propietarios que alquilan sus viviendas en verano para obtener un ingreso extra; un gran ingreso en algunos casos, porque las casas, además de ser las más demandadas, son también las mejor pagadas, llegando incluso a los 8.000 euros por el mes de agosto, según la zona y el equipamiento. El precio medio está entre 4.000 y 5.000 euros en agosto y alrededor de 3.000 en julio, mientras que los pisos rondan los 3.000 euros en agosto y los 2.000 en julio. Estas cifras son similares a las del año 2020.

“Después de un año complicado, creo que la gente quiere salir y estar al aire libre. Para el mes de agosto está todo ocupado y para el de julio aún queda alguna opción, pero se está reservando mucho también”, avisa Josina Silva.

En los últimos años las solicitudes para alquilar viviendas vacacionales se fueron adelantando progresivamente, llegando a cerrarse muchas de ellas con hasta seis meses de antelación. Este año las primeras reservas se llegaron a hacer en el mes de diciembre, lo que demuestra el interés creciente en este tipo de veraneo, que suele ser sobre todo en familia.

En cuanto a los pisos turísticos, también aumenta la cantidad de días que duran las reservas. Mientras que el año pasado las estancias solían ser cortas, de dos o tres días de media, este año van desde una semana hasta 15 días. El tipo de viajes que se hicieron en 2020 incluían varias paradas en diferentes puntos geográficos cercanos entre sí, mientras que ahora se busca algo más relajado, sin demasiado movimiento y con el objetivo principal de descansar.

Desde Aviturga aconsejan que, quien pueda, no se centre únicamente en los meses de julio y agosto para reservar para evitar grandes concentraciones, lo que sería apostar por una desescalada turística.

La situación del sector

  • 1 Hasta 8.000 euros de alquiler por una casa
  • Según la zona y el equipamiento, el alquiler de una casa con jardín y piscina puede llegar a costar 8.000 euros en agosto.
  • 2 Reservas desde diciembre de 2020
  • Así como en los últimos años se llegaba a reservar con hasta seis meses de antelación, este año las primeras reservas se hicieron ya en diciembre.
  • 3 Cada vez hay más casas en alquiler
  • Aunque siguen siendo muy poca la oferta de casas con jardín, cada vez más propietarios optan por alquilar para obtener un ingreso extra.

Sanxenxo, el municipio de Galicia en la que es más caro comprar

La costa pontevedresa se perfila como la zona de mayor tirón para la compraventa de vivienda vacacional, con Sanxenxo y Portonovo como los principales polos de inversión del territorio gallego, según datos de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). La mayor demanda de vivienda vacacional, y también los precios más elevados, se concentra en las Rías Baixas, principalmente en el eje urbano de Sanxenxo-Portonovo, una zona que registra un valor de 2.200 euros por metro cuadrado.

Según un estudio interanual publicado por Fotocasa el pasado mes de marzo en el que se analizaba el valor de la vivienda en el primer año de pandemia, solo Nigrán, con un precio medio por metro cuadrado de 2.685 euros, supera a Sanxenxo (2.518 euros) como la ciudad gallega en la que es más caro comprar una vivienda. Pontevedra es la única capital de provincia que no ha sufrido descenso en el valor de la vivienda, en la que el precio se ha incrementado un 5,7 por ciento. Por provincias, la de Pontevedra es la más cara, con una media de 1.816 euros el metro cuadrado. Este período estival se articula como una oportunidad para canalizar inversión en torno a la vivienda en la costa gallega.

“Necesitamos reclamos fuertes como Sanxenxo”, apunta el presidente de Fegein, Benito Iglesias. A su juicio, la demanda de vivienda vacacional crecerá con fuerza entre junio y septiembre. “El turismo tardará en volver a los hoteles, pero la vivienda vacacional se recuperará porque no incluye espacios compartidos con otras personas”.

La oferta residencial, nueva y usada, en la provincia de Pontevedra alcanza las 3.2000 viviendas. Además, Pontevedra agrupa actualmente el 48 por ciento de las 12.300 viviendas vacacionales que existen en el territorio gallego. El 2020 trastocó el crecimiento que venía marcando la compraventa de segundas residencias, así como el alquiler vacacional, durante los dos años anteriores.

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