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Sanxenxo se encomienda al verano

Los profesionales de la hostelería calculan una caída de la caja en Semana Santa superior al 80% | Abrir en el interior “ayuda, pero con seis mesitas que tenemos, no da para alegrías”

Una terraza a pie de playa en Silgar. | // GUSTAVO SANTOS

La entrada de Sanxenxo en el nivel medio de restricciones, que permite en la hostelería una ocupación del 30% del aforo interior y un 50% en el exterior, supone una ayuda que sirve para “cubrir gastos”, como explican los profesional de la villa turística. Pero el balance sigue sin dar alegrías en la caja registradora de muchos establecimientos, cuyos propietarios depositan sus esperanzas en el próximo verano.

Esto dependerá –reconocen todos ellos– de cómo evolucione la pandemia y el ritmo de vacunación de la población, que es lo que dará mayor seguridad y confianza tanto a los turistas como a los empresarios del sector.

Dos clientes son atendidos en el interior de un restaurante de Sanxenxo. | // GUSTAVO SANTOS

En todo caso, la posibilidad de poder ocupar una tercera parte del interior del establecimiento ha supuesto un pequeño respiro para muchos empresarios. “Que permitan estar a alguien dentro se agradece, porque si viene mal el tiempo solo con la terraza no hacemos nada”, como explica Joaquín Solla, del Restaurante Tritón de Sanxenxo.

En casos como el Restaurante Terraza del Mar, donde buena parte del establecimiento es exterior, la limitación de las terrazas perjudicó especialmente al negocio. “Que nos dejen ahora abrir algo dentro también ayuda, porque vienen unos días fríos y posibilidad de lluvia”, explica Raquel Caamaño, en el restaurante del Hotel del Mar. Esta profesional confía en que las cosas mejoren de cara al verano si el ritmo de vacunación avanza. “Ojalá que en verano tengamos una normalidad al menos como la del año pasado o incluso mejor”, confía Caamaño.

Joaquin Solla

De hecho, la pasada Semana Santa, con la única opción de servir en el exterior del local y un tiempo que tampoco acompañó demasiado, supuso una pésima temporada para la hostelería de la villa. Los profesionales estiman una caída de los ingresos de más de un 80 por ciento respecto a las semanas santas de años convencionales.

La última Semana Santa fue una pésima temporada para la hostelería de la villa

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“Aquí, con el aforo del 50% solo en terraza y encima con algún día de lluvia, como fue el viernes santo, se hace muy poquito”, explica Joaquín Solla. “En nuestro caso esta Semana Santa sirvió prácticamente para cubrir gastos de apertura”, argumenta el responsable del Restaurante Tritón.

Como Solla, muchos hosteleros de Sanxenxo depositan sus esperanzas en el próximo verano. “Si esto evoluciona un poco bien y se va vacunando a la gente la cosa podría remontar”, apunta este profesional. “Si la vacunación avanza a un buen ritmo la gente recuperará la confianza y el turismo volverá a Sanxenxo, confía Joaquín Solla.

Raquel Caamaño

El mayor contratiempo al que se enfrentan los profesionales de la hostelería en estos momentos es del la incertidumbre. “El problema que veo es que esta semana nos abren, la semana que viene van a subir los datos del COVID porque todavía no se saben los casos de ahora, por lo que posiblemente nos van a volver a cerrar, y así poco a poco nos llevan a la ruina a la hostelería, que siempre somos los perjudicados y como esto siga así ni el Gobierno de España ni el gallego nos va a sacar de la ruina, vamos a caer como chinches”, sostiene Carina Díaz, del Restaurante Albatros. Esta hostelera tiene malos augurios para la evolución de la economía general en los próximos meses, “no solo para este sector, sino para todos”, lamenta.

José Manuel Rodríguez

Al igual que sus compañeros cree que la Semana Santa 2021 ha sido “muchísimo más floja” que las de los años “normales” y solo “se salvó, en parte” gracias los lugareños, que se quedaron en la provincia y acudieron a los bares de la zona.

Díaz, como Solla, afirma que la última Semana Santa sirvió solo para “salvar los muebles”, sin grandes alegrías en la caja. Era fácil, dado que venían de varios meses con las puertas cerradas o el aforo muy limitado.

Carina Díaz

Respecto a la nueva posibilidad de servir en el interior del local, la representante del Restaurante Albatros considera que “esta semana vamos a estar de maravilla y la semana que viene, cuando los casos vuelvan a subir, nos volverán a cerrar y vuelta a comenzar” y por eso teme que “esto vaya de mal en peor, porque nos dan una cosa y nos la quitan a la semana siguiente”.

Estado de alarma

Carina Díaz teme incluso una vuelta atrás en el horario de cierre de la hostelería y que “dando vía libre a la gente, quitando ya el estado de alarma, lamentablemente creo que no vamos a salvar el verano, porque además no está ni la mitad de la población vacunada y así va a ser muy difícil”, afirma Díaz, quien teme un verano tan anómalo como el de 2020.

"Ni el Gobierno de España ni el gallego nos va a sacar de la ruina"

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José Manuel Rodríguez, del restaurante Telamarinera, entiende también que la apertura del 50% de la mesas del interior del local “es una pequeña ayuda para nosotros y como este fin de semana no viene bueno la gente agradece poder estar dentro”, explica.

En todo caso, para el representante de Telamarinera, en la villa de Sanxenxo, la pasada Semana Santa “no estuvo mal del todo, lo que ocurre es que para seis mesitas que tenemos, pues no se pueden hacer grandes cajas; no da para mucho”, razona.

Este hostelero estima el bajón de la caja registradora en un 90% respecto a las semanas santas de años anteriores al 2020. “Fue una caída brutal”, sostiene el hostelero.

"Esta Semana Santa fue una caída brutal"

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Las previsiones de futuro de José Manuel Rodríguez son las de “ir tirando día a día” en los próximos meses, dado que “las cosas pueden cambiar de un día para otro”. “Una semana estamos bien y la siguiente vamos para atrás, de modo que habrá que ir viéndolo poco a poco”, señala.

Este profesional explica que quiere ver el verano con optimismo pero “es muy complicado poder decir ahora que será bueno”, siempre “con la confianza que no llegue un repunte grande”, matiza.

Sus vecinos de O Grove han pasado al nivel máximo de restricciones dictaminado por el comité de expertos de la pandemia sanitaria, lo que también perjudica al municipio de Sanxenxo, dado que ambos concellos costeros se retroalimentan con sus potenciales clientes. En el resto de localidades estarán vigentes las restricciones fijadas para el nivel medio bajo desde el viernes.

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