Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Más de 10.000 vecinos del área sanitaria desarrollarán durante su vida una depresión

En Galicia, con una población envejecida, aumentan los portacentajes de incidencia de la depresión hasta rondar el 11%. | // FDV

Más de 10.000 vecinos del área sanitaria, según las estimaciones con las que trabaja el Complejo Hospitalario de Pontevedra, desarrollarán a lo largo de su vida una depresión. A medida que pasan los años sabemos algo (más) de la que continúa siendo toda una incógnita. En rigor, no parece que conozcamos con precisión qué la desencadena, qué factores nos pueden proteger o predisponer y, mucho menos, cómo curarla con certeza.

Lo que sí está clara es su gigantesca repercusión en la vida emocional y familiar de miles de personas (su expresión más trágica son los más de 40 suicidios que se registran cada año en Pontevedra) y también el impacto en los recursos públicos y sociales, como no podía ser menos ante una de una de las principales causas de discapacidad.

“Es que en sí misma es una enfermedad muy común”, recuerda el jefe de Psiquiatría del área sanitaria, Alfonso Casas, “de las más prevalentes. A nivel global una de cada diez personas tendrán un diagnóstico de depresión, es un porcentaje muy elevado”.

Ser incrementa todavía más en Galicia. La incidencia llega a rondar el 11%, “porque aumenta a medida que aumenta la edad, a partir de los 50 o 55 años es mayor, y esta Comunidad tiene una gran parte de población anciana, igual que sucede en otras comunidades como Asturias y el norte de España en general, donde esa prevalencia es alta”, señala el psiquiatra.

Es difícil conocer con exactitud los nuevos diagnósticos. Aunque el sistema del Sergas lo permite, en la práctica no hay una recopilación minuciosa de estos informes de las unidades de Salud Mental. El servicio de Psiquiatría cuenta con datos propios de un muestreo y a día de hoy trabaja con que prácticamente la mitad de los pacientes que acuden a estos servicios en Pontevedra y O Salnés sale con un diagnóstico de depresión.

¿La pandemia ha multiplicado los casos, como parece previsible? Alfonso Casas ha tenido que responder alguna vez a esta pregunta “y todavía no sé la respuesta, todavía no lo sabemos. El Covid puede haber aumentado la incidencia de diversos trastornos, pero también es cierto que ha alterado tanto la asistencia sanitaria en general, que muchos de los casos pueden no estar pasando por el filtro de la sanidad”. Se especula con que la mayoría no hayan acudido todavía, no se hayan atrevido o les hayan afectado las restricciones en las citas, “con lo que las cifras pueden estar siendo engañosas respecto a si ha aumentado o no”, señala el profesional.

En el Día de Lucha contra la Depresión, que se celebró el pasado miércoles en todo el mundo, los sanitarios han insistido en la importancia de pedir ayuda, porque más de la mitad de las personas que presenta síntomas puede no estar recibiendo tratamiento. En paralelo, los profesionales hacen votos por una mayor investigación que nos permita, por ejemplo, garantizar más eficacia en los tratamientos farmacológicos, que no resultan o su eficacia es baja, en un significativo porcentaje de pacientes.

Tenemos poco conocimiento de la fisiopatología de las enfermedades mentales. Los especialistas confían en en las próximas décadas esas investigaciones se multipliquen, ya que empezamos a tener herramientas más precisas, como las técnicas que revelan el funcionamiento del cerebro o los marcadores genéticos.

Por el momento lo que entendemos por depresión “abarca muchas y diferentes condiciones y es difícil saber si para todas ellas una única respuesta es la adecuada”, señala en el este punto el responsable de Psiquiatría del CHOP. Los medicamentos antidepresivos “son útiles” recuerda, como también lo es “la intervención psicoterapéutica, pero quizás su utilidad no es la misma en unas condiciones que en otras”.

Alfonso Casas es uno de los profesionales que lamenta que “sabemos muy poco de la depresión, sabemos poco de la fisiología, de la neurologia...” Y tampoco hay buenos marcadores de la depresión que, al igual que sucede con otras dolencias como la fibromialgia, su diagnóstico se fundamenta en impresiones subjetivas, ya que no se dispone de pruebas analíticas que permitan determinar el alcance de esa enfermedad en cada paciente.

Ante la carencia de buenos marcadores externos, “el diagnóstico, su intensidad y su causa”, recuerda el psiquiatra, “depende mucho de la impresión que el médico se forme” y de “la impresión subjetiva” del paciente, “con lo que la aplicación terapéutica nace un poco debilitada, en el sentido de que no sabemos en muchas ocasiones muy bien a qué nos estamos enfrentando”. En cualquier caso, no tiene dudas de que el tratamiento de la depresión mejora cuando se pueden establecer al mismo tiempo medidas farmacológicas y psicoterapéuticas y ambientales.

Al menos el 80% tendrá un episodio único que se cura con la combinación de fármacos y psicoterapia

No existe un único itinerario de evolución de la depresión. Hay algunas con una carga de vulnerabilidad genética importante que, en estricto sentido, no se curan. “Pueden reaparecer”, explica el jefe del servicio de Psiquiatría del Complejo Hospitalario de Pontevedra, “pueden convertirse en algún tipo de trastorno recurrente. En ocasiones las circunstancias externas actúan sobre esa vulnerabilidad y desencadenan un episodio depresivo. A veces esas personas necesitan un tratamiento continuado para tratar de disminuir el impacto” de esa vulnerabilidad. Para la gran mayoría de los pacientes las perspectivas son mucho más halagüeñas. La depresión en más del 80% de los casos será un episodio único, que afortunadamente, se cura. Para ello se hace un uso combinado de tratamientos farmacológicos e intervención psicoterapéutica, que “en la mayor parte de las ocasiones suele resolver el episodio”, señala el psiquiatra, “en conjunto las depresiones que tienden a ser persistentes, a cronificarse o repetirse de forma continuada en la vida pueden ser entre un 10% y un 20%” de las que se diagnostican en las unidades de salud mental.

Compartir el artículo

stats