El Museo Manuel Torres de Marín se convirtió el pasado año tan extraño y duro de pandemia en un lugar de desconexión de la realidad que nos rodeó. Así lo demuestran los datos de afluencia, que aumentaron con respeto al año anterior, “logrando su objetivo de difundir tanto la figura de Manuel Torres, así como de otros artistas locales”, afirmó la concejala Itziar Álvarez.

El Año Torres continuará su conmemoración después de que muchas actividades quedaran paralizadas debido a la COVID. Además, sigue siendo un año con una fecha relevante para el artista de Marín, ya que será la conmemoración de los 120 años de su nacimiento.

“Seguiremos organizando actividades en torno a la figura de nuestro pintor más ilustre y animamos al vecindario y a los centros escolares a que, cumpliendo las normas, visiten nuestro Museo para conocer más de cerca su figura”, afirmó Álvarez.

Durante eL 2020, el Museo, a pesar de las circunstancias, mantuvo una buena frecuencia de organización de citas culturales. En enero,Can de Papel y Kosmosystem inauguraron el año con una exposición novedosa, que atrajo a muchos niños gracias a la espectacularidad de las figuras hechas con papel.

En febrero se mantuvo la tradicional cita con la camelia, afianzando esta cita como una de las más importantes del año y acompañándola de la exposición del pintor Ález Vázquez.

Marzo comenzó con la exposición de la historia de los escudos y de la bandera de España, de la mano de la Asociación Retógenes, que fue retomada en julio, una vez fue posible reabrir el Museo, y que contó con visitas grupales de miembros de la Brilat y de la ENM.

La Asociación Céltica expuso sus trabajos de fin de curso, una cita anual, en su apoyo constante a los nuevos valores marinenses. Y la artista marinense del Año, Rosa Crespo, los deleitó con una espectacular exposición de su recorrido como pintora. También el pintor marinense Manuel Santos eligió el Museo para despedirse de la actividad expositiva, con unos espectaculares cuadros de gran formato.

Finalmente, el gran cierre de este año fue la restauración del cuadro de Torres “Los niños comiendo pasteles”, una imitación de un cuadro de Murillo que pintó durante la pandemia de 1918. Todo un guiño al paso del tiempo, a las dificultades compartidas entre generaciones y a la capacidad de resiliencia de nuestra sociedad.

El 2020 también fue un año positivo para el Museo en cuanto a la movilidad y a la accesibilidad, con la inauguración del ascensor.