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Pontevedra, zona de especial vigilancia (ZEV) contra la gripe aviar, en riesgo moderado desde hace un mes

La alerta se elevó tras varios brotes europeos | La Xunta no ha detectado casos en la comarca

Aves en un gallinero artesanal. | // IÑAKI ABELLA

La Consellería de Medio Rural sitúa a Pontevedra y su entorno entre los concellos de especial vigilancia de la aparición de gripe aviar. En concreto, el municipio de la Boa Vila, Marín, Poio, Sanxenxo y Vilaboa figuran entre los de riesgo moderado, mientras que Sanxenxo ha sido calificada entre las áreas de especial riesgo, donde la peligrosidad ya se considera alta dada su cercanía a lagunas en las descansan o anidan aves silvestres que pueden expandir el virus.

Propietarios de corrales artesanales trasladaron a FARO su preocupación por el impacto en sus gallineros, en los que han registrado este invierno muertes de animales “en un número muy superior a otros años”, señalan. Con todo, la administración gallega indica al diario decano que no ha detectado brotes en la comarca y que hasta el momento “los resultados de laboratorio resultaron negativos”.

El jefe del servicio de Sanidade Animal en Galicia, Jesús Javier Orejas, recuerda que en la provincia de Pontevedra sólo 7 concellos de O Salnés (en concreto los más próximos al complejo intermareal Umia-O Grove) figuran entre los considerados zonas de especial riesgo (ZER) de aparición del virus de la influenza aviaria, entre ellos Sanxenxo.

Por su parte, los municipios situados en un perímetro más excéntrico o con una menor presencia de zonas de paso de las aves silvestres (como es el caso de Pontevedra o Poio) son considerados zonas de especial vigilancia (ZEV). En ellas en estos momentos el riesgo se considera moderado.

La alerta se incrementó el pasado día 11. El Ministerio de Agricultura tomó la decisión de elevarla tras la detección de focos de virus en aves domésticas europeas de diferentes países europeos.

“Desde ese primer momento se contactó con la Consellería de Medio Ambiente”, señala Jesús Javier Orejas, “para incrementar las detecciones pasivas”, es decir la presencia de aves muertas en el campo o con síntomas compatibles con el virus de la gripe aviar que pudiesen poner a la administración sobre la pista de un posible brote en Galicia. También se recomendó, indica el responsable del servicio de Sanidade Animal, que el sector de la avicultura industrial y los pequeños artesanos extremasen las condiciones de bioseguridad.

En general se busca que los propietarios de corrales artesanales establezcan medidas para impedir o minimizar en lo posible el contacto con aves silvestres.

En los concellos ZER como Sanxenxo se exigen medidas especiales de protección como la prohibición de criar aves al aire libre (han de estar como norma general en instalaciones a cubierto, pajareras etc); las gallinas no pueden ser alimentadas con fuentes a las que tengan acceso aves silvestres; se prohíbe el uso de reclamos de caza y es obligatoria la inscripción de los corrales familiares, entre otras.

Por lo que respecta a zonas de especial vigilancia (ZEV) como Pontevedra, se prohíbe la presencia de aves en ferias, mercados o similares y los propietarios de explotaciones no comerciales deben anotarse en un registro administrativo.

Medio Rural, por otra parte, mantiene los protocolos ligados al sistema estatal de vigilancia del virus y la recepción de comunicaciones de ciudadanos que detecten aves con sintomatología compatible.

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