El Concello de Pontevedra ha realizado la limpieza de los dos principales espacios arqueológicos de la ciudad. Se trata de trabajos de acondicionamiento manuales que se han ejecutado en las estructuras arqueológicas de la plaza de Valentín García Escudero y del Campiño de Santa María. Estas labores se realizan periódicamente a lo largo del año.

La pasada semana concluyeron los trabajos de limpieza de estos dos espacios arqueológicos de la ciudad. Los trabajos afectan tan solo a las propias estructuras arqueológicas y al entorno más inmediato, y consisten en la retirada de vegetación y en la limpieza manual.

En el caso de la plaza de Valentín García Escudero se procedió a la limpieza del yacimiento que incluye los vestigios del Puente de O Burgo medieval, un tramo de muralla del siglo XVI y el malecón portuario del XV, así como a la retirada de basura acumulada en este espacio. En el caso del Campiño de Santa María, las labores de limpieza alcanzaron a los restos medievales del paño de la muralla y de la Casa Torre dos Montenegro. Estos trabajos fueron realizados, en su mayor parte, exclusivamente de manera manual y bajo la supervisión e indicaciones del técnico municipal de patrimonio cultural, con el objetivo de no provocar ningún tipo de alteración.

Un proyecto de musealización iniciado en 2006

Los trabajos de limpieza de los dos principales espacios arqueológicos de la ciudad, en la plaza de Valentín García Escudero y en el Campiño de Santa María, son tareas de mantenimiento periódico y están enfocados a mantener ambos yacimientos en buenas condiciones tanto de conservación como de visibilidad. Se realizan tanto en los muros de ambos conjuntos como en todo su entorno y áreas cercanas. Entre los años 2006 y 2007 el Concello llevó a cabo las extensas excavaciones de la plaza de García Escudero, que dejaron al descubierto arcos del puente de Burgo, parte de la muralla medieval, un miliario romano y restos del antiguo puerto de la ciudad, entre otros hallazgos. El frustrado Museo da Historia proyectado en esa zona, cargado siempre de polémica, dio paso a seis años en los que la zona estuvo cubierta con plásticos. Así permaneció hasta que 2013, cuando se procedió a rellenar las zonas de menos valor del yacimiento, y a acondicionar el resto, con un ajardinamiento del entorno, incluido un parque infantil, y la instalación de un vallado que entonces se calificó de provisional, para ver lo que se dejó al aire libre Más de una década después de aquellos trabajos en el yacimiento, el Concello inició una segunda actuación de mejora en ese recinto.