El Museo de Pontevedra devolverá al Estado polaco dos obras góticas expoliadas, que se cree “con un 99% de probabilidades” que formaban parte de la grandiosa Colección Czartoryski, saqueada por los nazis durante la II Guerra Mundial, un depósito con obras únicas, a la cabeza La dama del armiño de Leonardo, pero también cuadros de Rafael o Rembrandt.
Las obras localizadas en el Museo de Pontevedra son dos pinturas del pintor Dieric Bouts (Haarlem, 1410/1420 - Lovaina, 1475) fechadas entre 1420 y 1475. Se trata de un díptico del que se considera uno de los principales representantes de la Escuela de Lovaina y que llegó a los fondos del Museo a través de uno de sus grandes benefactores, José Fernández López.
“Las vamos a devolver con sumo gusto”
El vicepresidente de la Diputación, César Mosquera, y el director del Museo de Pontevedra, Xosé Manuel Rey, comparecieron ayer en la Sala de Arte Medieval del Sexto Edificio para anunciar la devolución de las obras “a sus legítimos propietarios”, en alusión al estado polaco.
“Las vamos a devolver con sumo gusto”, señaló César Mosquera, en un gesto que busca contribuir a la reparación histórica “de un expolio, un abuso”. Y “para despedirlas con todos los honores”, avanzó, las obras serán protagonistas de una exposición que se celebrará tras la Navidad.
En ellas podrán dar el adiós a unas pinturas que fueron reclamadas desde el Ministerio de Cultura de Polonia “el pasado mes de marzo”, detalló el director del Museo. Los cuadros coinciden con los que figuran en varios bancos de datos sobre los expolios, que en el caso de Polonia incluyen más de 63.000 obras desaparecidas.
Hasta el momento la impresión de los expertizadores “es que se trata de las mismas obras” que fueron expoliadas de la colección tras la invasión alemana de Polonia en septiembre de 1939. En ese momento Augustyn Józef y su esposa, la princesa María de los Dolores de Borbón-Dos Sicilias y Orleans (1909-1996), eran los depositarios del extensísimo legado artístico familiar. Fueron arrestados por la Gestapo, deportados y aunque pudieron exiliarse en Andalucía gracias a las conexiones con la Casa Real española, en los años siguientes buena parte de las obras desaparecieron.
Los cuadros localizados en Pontevedra (un Ecce Homo y una Dolorosa) fueron adquiridos por José Fernández López, se cree en que en dos galerías de Barcelona y Madrid de las que era cliente asiduo a partir los años sesenta. Tras su salida de Varsovia a mediados de los años cuarenta, reaparecieron en el mercado español treinta años después.
Mecenas durante años del Museo, la Colección Fernández López fue adquirida por la Diputación, la Xunta y el Concello en 1994. La compra incluyó 313 piezas, tasadas en su momento en 300 millones de las antiguas pesetas, y en concreto las obras que regresarán a Polonia “se expusieron en su día en los edificios centrales” de la institución, confirmó el director.
Este reconoció que desde el primer momento la preocupación era que “Polonia reconociese que se obró de buena fe” en la compra y, “de confirmarse las sospechas, devolver las obras”, tanto porque es lo correcto como porque España ha suscrito convenios internacionales para restituir la propiedad legítima de obras saqueadas.
“Desconocemos dónde y en qué momento fueron adquiridas por Fernández López”
En el momento de la compra de la Colección Fernández López en el consejo de dirección del Museo “comentaron que dentro de las obras alguna podría proceder del expolio”, una sospecha que no pasó a más hasta que el ministerio polaco se puso en contacto con la institución cultural.
“Desconocemos dónde y en qué momento fueron adquiridas por Fernández López”, indicó a este respecto el director, “pero todo parece indicar que pudo haberlo hecho en uno de los establecimientos de la familia Maragall, la Sala Parés de Barcelona o en la Galería Él Cisne de Madrid”.
Ana María Diéguez Rodríguez, directora del Instituto Moll, Centro de Investigación de Pintura Flamenca, determinó como impresión preliminar que se trata de las mismas obras espoliadas.
La idea ahora es aprovechar para “hacer pedagogía”, recordó el director del Museo, de modo que esta circunstancia sirva de excusa para hablar del expolio de obras de arte en una exposición en la que los pontevedreses podrán ver las pinturas antes de su salida hacia Polonia.
Se ha comunicado informalmente al estado polaco la intención de restituir las piezas y por el momento no hay fecha fijada para la entrega. Se trata en todo caso de obras menores en la colección Czartoryski, de hecho constituyen un ejemplo “de la tipología de éxito de la que se conservan muchas” parecidas, recordó el director del Museo.
Las pinturas de Dieric Bouts, pintor neerlandés de estilo primitivo flamenco la mayor parte de cuyo trabajo se centra en este tipo de obras de temática religiosa, han sido valoradas en unos 23.000 euros cada una, una tasación basada en el precio abonado en su día por el conjunto de obras de la Colección Fernández López.
Una princesa que reunió 2.000 obras y cuyos descendientes se exiliaron en España
Mariusz Winiewski, del departamento de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia, contactó con el Museo el pasado mes de marzo para interesarse por el díptico. Los portavoces de la institución cultural indican que “según la documentación que aportaba, las dos piezas pertenecían a la Colección de la Princesa Czartoryski en Gołuchów que había sido robada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Ambas pinturas, tras salir de Varsovia en 1944, reaparecieron en el comercio de arte de Madrid en 1973”. Izabela Czartoryska, nacida condesa Fleming, reunió una impresionante colección de arte con unas 2.000 obras, entre ellas joyas como La dama del armiño de Leonardo, Paisaje con el buen samaritano de Rembrandt o Retrato de joven de Rafael. Sus descendientes, encabezados por el actual jefe de la casa polaca, el príncipe Adam Karol Czartoryski, nacido en Sevilla, residen en España.
