El Casino Mercantil reactiva la venta de su emblemático edificio de la plaza de Curros Enríquez, que desde esta semana cuelga un gran cartel de “Se vende” en una arteria del centro histórico. El presidente de la sociedad, Ernesto Filgueira, incide en que “no se trata más que de retomar la posibilidad de vender que fue acordada en asamblea y se paralizó a raíz de la pandemia”.

Tras varios meses en compás de espera, la junta directiva ha acordado retomar el proyecto de deshacerse de un gran inmueble que acarrea importantes gastos anuales. La idea es que los potenciales compradores “hagan ofertas sin ninguna limitación previa”, indica el máximo responsable de la entidad, “de ahí que no digamos el precio” y que estén abiertos “a considerar propuestas”.

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Por el momento la entidad no ha recibido ofertas por la que es su sede noble, un edificio histórico exento en una de las principales plazas del casco monumental y que desde diciembre de 1989 ocupa la sociedad, a su vez fundada por un grupo de comerciantes e industriales en 1928.

Si la decisión de vender fue adoptada por los socios “con anterioridad al covid”, recuerda Ernesto Filgueira, la pandemia no ha hecho sino poner de manifiesto que “el edificio es muy grande, con unos gastos y costes de mantenimiento elevados, así que venderlo es una posibilidad que está bien que se analice”, señala el presidente del Mercantil.

Por ahora, el Mercantil no ha recibido ofertas por el histórico inmueble

Éste ha reorientado sus actividades al parque de Mourente, un extenso espacio polideportivo que también cuenta con sede social, a la que añade piscinas, canchas para para un amplísimo abanico de deportes, zonas de almuerzos y barbacoas, gimasios, áreas de juego infantil, un pabellón o dos campos de arena, entre otros equipamientos que lo convierten en un hipotético sustituto de la actual sede noble.

No obstante, en el parque la pandemia también ha golpeado “con dureza”, reconoce Ernesto Filgueira, “no nos afecta por el aforo porque las instalaciones son muy amplias y pueden acoger sin problemas a los socios, pero si se nota en bajón en la afluencia”.

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    La sede noble, ubicada en la plaza de Curros Enríquez, fue tasada en el año 2018 en más de 2 millones - La sociedad suscribió hace 22 años un crédito por valor de 2,2 millones

También las últimas normativas han frenado el acceso de algunos socios, por ejemplo limitado la práctica del tenis a los federados, deportistas amateurs a los que se les ha ofrecido gestionar el alta de la licencia para que puedan seguir acudiendo al parque polideportivo.

En este escenario, Ernesto Filgueira asegura que serán consideradas todas las propuestas de futuro para la sede noble e invitó a los hipotéticos compradores a plantear alternativas de negocio. La venta del edificio histórico “es solo una posibilidad”, recuerda, “depende de las ofertas y, finalmente, de la aprobación de los socios”.