Muy cansados están los vecinos del área del centro de Pontevedra en la que que cada dos por tres sufren apagones. El del domingo tuvo lugar pasadas las ocho y media de la tarde y no se recuperó el suministro eléctrico hasta cerca de las diez de la noche. Afectó básicamente, a la calle Rosalía de Castro, Oliva y entorno de A Peregrina.

Fueron cientos de usuarios los afectados, aunque en esta ocasión, con motivo de las restricciones por la pandemia del coronavirus, no hubo que lamentar pérdidas en la hostelería, cerrada por orden de la Xunta hasta el próximo 4 de diciembre, ni del comercio, por tratarse de domingo.