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Juan Carlos Rodríguez | Jefe de Medicina Interna del CHOP

“Las personas de 50 a 70 años no tienen asimilado que son población de riesgo”

“Habrá más pandemias y más graves en los próximos lustros”, advierte el pontevedrés

Personas mayores con mascarilla por el centro de Pontevedra. Gustavo Santos

Con 838 casos activos de coronavirus, los profesionales del Complexo Hospitalario de Pontevedra, CHOP, trabajan en continua colaboración para frenar la segunda ola de la pandemia, mucho más dura que la del mes de marzo. El jefe del servicio de Medicina Interna, Juan Carlos Rodríguez, alerta de la necesidad de no relajarse, ni la población, ni los trabajadores de la sanidad pública.

– ¿Más de 80 contagios el miércoles y ayer otros 60 nos deberían preocupar a los pontevedreses? ¿Qué es lo que pudo haber llevado a este importante incremento en el área sanitaria?

–Obviamente nos deben de preocupar. La interpretación de contagios debe ser bien enfocada. No es lo mismo múltiples contagios e ingresos desde muchas fuentes u orígenes que casos de una fuente particular, como ha sido el último brote originado en Oncología y en el cual se puede y debe actuar con fuerza y eficiencia y controlarlos de forma rápida, y así será. Los brotes de número similar o algo menores son frecuentes e irán aumentando. Con una tasa en la población de virus circulante alta y en progresión y mucho más altas a las de la “primera ola”, el abordaje debe ser muy estricto e inteligente. La protección del contagio es crítica casi en modo “persona a persona”. Por ello tengamos siempre la mascarilla puesta y no nos agrupemos y menos con colectivos de riesgo, de forma especial jóvenes, que además pueden estar asintomáticos.

La situación de ahora será más difícil que la de marzo, es necesaria diligencia

Juan Carlos Rodríguez - Jefe de Medicina Interna del CHOP

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– ¿Cuántos brotes hay activos ahora en el área sanitaria? ¿Siguen siendo de carácter familiar, básicamente?

– Los casos actuales son debidos a múltiples orígenes, las fuentes familiares desde jóvenes son importantes y nos indican la falta de compromiso de esta población en muchos casos. También muestran el tipo de nuestra sociedad, con familias multi-generacionales no presentes en otros países de Europa. De todas formas, también seguirán brotes más importantes derivados de contagios más masivos.

– ¿Y el perfil de los enfermos? ¿Difiere respecto a la primera ola?

– Sí. Ahora el intervalo entre 50-70 años se ha incrementado proporcionalmente en cuanto a los contagios. La razón posiblemente sea que las personas mayores se protegen y las protegemos mejor y las de este rango (50-70) no tienen bien asimilado que se han convertido en una población de riesgo y que deben realizar mejor las medidas de prevención. Las mujeres, por razones de mejor autocuidado, también lo sufrirán menos. Las estadísticas demostrarán esto.

– En cuanto a los hospitalizados, ya son 58. ¿Cuál es su perfil?

– La infección afecta fundamentalmente a mayores de 50 años y de forma especial a mayores de 70 o personas con co-morbilidades importantes, sobre todo cardio-pulmonares crónicas o que condicionan déficit de las defensas, sea por tratamientos, trasplantes de órganos, enfermedades debilitantes como cáncer o proceso inmunológicos, grandes obesos, etc...

Juan Carlos Rodríguez Gustavo Santos

– ¿Cuántos hospitalizados puede soportar Pontevedra (en abril hubo hasta 116)? ¿Se plantean buscar otras instalaciones fuera de Montecelo?

– Existe un plan director, que se irá actualizando con los cambios evolutivos. En mi opinión, en Pontevedra en particular y en Galicia en general, hemos quedado lejos de la situación de las grandes ciudades como Madrid o Barcelona donde fue una pesadilla y lo volverá a ser. La situación de ahora será más difícil que la de marzo. Puede llevar a un gran colapso de no actuar con diligencia. Se ha mejorado mucho en disponibilidades de locales y aparataje de protección y ventiladores mecánicos para UCIs. Pero haríamos mal si nos confiamos, porque lo que parece mucho puede no ser suficiente. Tampoco se entiende el hospital aislado y se han desarrollado planes de colaboración conformando redes de colaboración entre hospitales siempre que sea necesario. Unas CCAA ayudaron a otras en la primera ola y así será.

– ¿Qué se sabe ahora de nuevo del virus que puede ayudar en su tratamiento?

– Sabemos que la transmisión por aerosoles es un factor a considerar, aunque en mi opinión no es el prevalente, sino el contagio por gotitas expulsadas en distancias menores a 2 metros de personas infectadas. También aprendimos en el tratamiento y aunque no existe de momento ninguno específico contra el virus, sí se han definido al menos 5 modalidades útiles en casos urgentes con indicaciones muy concretas y específicas para cada uno. Otro aspecto muy relevante ha sido el desarrollo de técnicas de diagnóstico de la infección más precisas, baratas y rápidas.

No son admisibles las aglomeraciones y son una vergüenza

Juan Carlos Rodríguez - Jefe de Medicina Interna del CHOP

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– Hay mucha preocupación en la ciudadanía con el aplazamiento de intervenciones quirúrgicas y consultas hospitalarias. ¿Se está olvidando al resto de enfermos?

– Efectivamente, esta es una situación que nos preocupa a todos y en todo el mundo y es un factor muy importante de aumento de las cifras de mortalidad. Los enfermos acuden menos a los hospitales a pesar de estar mal, a los sanitarios también nos preocupa contagiarnos y contagiar a los nuestros. La complejidad de esta pandemia ha evidenciado que no estábamos tan bien como pensábamos y que tenemos que mejorar mucho. Nos ha llevado ya a organizar modelos de atención compartida que disminuirán la morbi-mortalidad de los grupos que me indica. Se puede llegar a los pacientes a través de la telemática, la atención a domicilio potenciada y la Atención Primaria, los hoteles-sanatorios etc... Y a medio y largo plazo a organizarnos mejor y a innovar porque habrá más pandemias y más graves en los próximos lustros con un mundo regido por la globalización.

– ¿Les preocupa el alto nivel de contagio de los profesionales sanitarios?

– Me preocupa mucho porque traduce que el colectivo que más debe extremar la prevención y al que se le debe exigir más en este aspecto del cuidado de infección No lo está haciendo todo lo correcto que debiera. La perfección no existe. No obstante y por ello, las medidas de prevención del contagio deben ser llevadas a cabo continuamente. En eso la colaboración entre el personal animándonos a su adherencia son también muy importantes. Desde mi servicio este es un aspecto básico en la colaboración.

“EN DICIEMBRE O ENERO HABRÁ UNA VACUNA”



– ¿Son efectivas las medidas como el toque de queda, cierres perimetrales…, desde el punto de vista médico?

– Son limitadas y de difícil valoración. Abogo más por medidas más “intensivas” si emergen determinados índices de alarma. Creo que lo importante es actuar bien: y esta actuación debe ser en todos los niveles: domicilios, trabajos, colegios, universidades, medios de transporte, locales de todo tipo y en los hospitales como he dicho. Las aglomeraciones no son admisibles y son una vergüenza. Los ambientes cerrados son más peligrosos para el contagio y deben de tener una ventilación adecuada. Las agrupaciones y contactos con jóvenes son momentos de alto riesgo de contagio así como los medios de transporte colectivos. Los aeropuertos deben de ser más controlados.


– ¿Para cuando una vacuna contra la Covid?

– Pienso que será pronto, en diciembre o enero, al menos para los colectivos de primera línea y ciudadanos de mayor riesgo. Los científicos saben que la vacuna estará suficientemente ensayada y que la relación coste-beneficio será muy favorable para su comercialización y utilización. Pido que se crea y confíe en nuestros científicos.

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