La iglesia de Salcedo ha cumplido dos años cerrada al público, apuntalada y sin visos de financiación para afrontar la obra que necesita para mantenerse en pie. La intervención tendría como principal objetivo sujetar el coro del templo, de alrededor de unas 40 toneladas de peso, que ahora mismo se sostiene sobre puntales. 

La Comisión de Patrimonio de la Xunta de Galicia debe dar su visto bueno al proyecto que ha encargado la Diócesis. Tampoco hay certeza de quién financiará la obra. 

El coste de los trabajos superará los 300.000 euros, para cumplir todas las condiciones impuestas por Patrimonio de la Xunta. El presupuesto inicial era de 132.000 euros, pero debido a la exigencias de la Dirección Xeral de Patrimonio, pasó a un total de 303.104 euros.

Este mes se han cumplido dos años desde el cierre provisional del templo y “sin novedad” a los requerimientos de la parroquia para avanzar en el proyecto de reforma, como afirma el párroco, Jesús Niño. 

Mientras, las misas dominicales se continúan celebrando en las instalaciones de Raíña da Paz, así como los funerales y aniversarios, que también tienen lugar en ocasiones en San José de Campolongo, en el centro de Pontevedra.

Los problemas estructurales del templo se detectaron en 2018, cuando el párroco observó que caía arenilla de la parte superior del templo. Un domingo llegó a caer un trozo grande de mortero del techo, sin causar daños personales, que motivó el cierre del edificio. 

La parte superior del templo, especialmente las bóvedas y el tejado, están muy dañadas. Al parecer, en buena parte se debe a unas obras realizadas dos décadas antes, que cargaron de peso a las bóvedas, en lugar de aligerárselo.

A principios de este 2020 la parroquia y el Arzobispado de Santiago retomaron las conversaciones sobre la reforma del templo, tras un desencuentro inicial porque el Arzobispado quería que los fieles asumiesen en coste de la reforma, pidiendo un crédito. Desde entonces no ha habido más movimientos respecto al proyecto, según afirma el párroco.