Ni a tiros. En las próximas semanas llegará a juicio en Pontevedra una espectacular persecución a un conductor sin carné que se produjo en septiembre de 2017 y que muchos recuerdan dado que la Guardia Civil se tuvo que emplear a fondo, incluso efectuando un disparo a la rueda de su vehículo, para frenar esta fuga temeraria del acusado. Aún así, siguió su curso y fue detenido en otro punto tras abandonar su vehículo.
Todo comenzó sobre las 21.15 horas en la carretera entre Pontevedra y Vilagarcía, en la zona del polígono de O Vao. El acusado, R. P.A., iba a los mandos de un Opel Astra a pesar de no tener carné ni seguro. Circulaba, según el escrito de la Fiscalía, "con una desatención total a las normas de circulación y a la integridad de los usuarios" y realizó dos maniobras bruscas de cambio de carril sin señalizar, no respectando un stop, lo que fue observado por una patrulla de la Guardia Civil que activó las señales luminosas y acústicas indicando al conductor que se parase.
Sin embargo, este hizo caso omiso, continuó conduciendo en dirección hacia el centro comercial A Barca y a la altura de la entrada del Carrefour el conductor metió el turismo entre las dos filas de vehículos que normalmente se forman para acceder a la rotonda de A Barca y que formaban la habitual retención. Allí protagonizó una primera colisión, con un vehyículo Audi A-4 guiado por un particular.
El conductor del Opel se abrió paso entre la fila de vehículos parados y llegó al semáforo de la PO-308 en Poio que estaba en rojo y con varios vehículos parados. El acusado, supuestamente, obligó a apartarse a estos vehículos y desoyó las órdenes de uno de los agentes que, "con el arma reglamentaria en la mano, le ordenaba detenerse". Con el fin de evitar nuevos peligros para el resto de usuarios de lavía y al ber que el acusado no tenía intención de detenerse, el agente llegó a efectuar un disparo hacia la rueda izquierda del vehículo que conducía.
"A pesar de ello, el acusado reinició la marcha, rebasando el semáforo en rojo y circulando sobre la acera" hasta encontrarse, unos metros más adelante, a un vehículo policial cuyos ocupantes trataron de bloquearle el paso. Tampoco esto paró al acusado que embistió contra el coche patrulla causándole daños.
A la altura del kilómetro 0,6 de la PO-308 en sentido hacia Sanxenxo, todavía en Poio, el acusado circuló por el carril contrario, abandonando el vehículo en las inmediaciones de la avenida de A Porteliña junto con los cuatro ocupantes que circulaban con él en el turismo. Finalmente allí también fue interceptado el conductor que causó daños valorados en 732 y 3.285 euros en el vehículo particular y en el policial contra los que colisionó.
Nueve años sin conducir
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de dos delitos contra la seguridad vial, uno por conducción temeraria en concurso con otro de conducción sin carné, pero además le imputa también un tercer delito de atentado a la autoridad. En total, este conductor se enfrentará en el juicio a una petición de pena por parte del Ministerio Público de 6 años de prisión.
No será el único que se siente en banquillo en el juicio. También deberá hacerlo el dueño del coche que utilizó el acusado como responsable civil subsidiario para responder de los daños causados en el vehículo policial. El fiscal también pide que se le prive del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por espacio de 9 años.
