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El confinamiento da alas a la velutina

Los colectivos que batallan esta plaga animan a que, quienes tengan pequeños jardines o fincas a las que puedan acceder sin romper el aislamiento, coloquen trampas para evitar la proliferación de nidos

José María Domínguez coloca una trampa junto a un calistemo en su jardín en Campañó. // Gustavo Santos

Con el estallido de la actual crisis sanitaria causada por el Covid-19, otras problemáticas han quedado lógicamente diluidas en un segundo plano cuando la prioridad se centra en combatir a un virus que está causando tantos dramas personales. No obstante, la pandemia está provocando daños colaterales en muchos ámbitos y podría perjudicar también a la batalla que se libra contra una de las plagas que amenaza desde hace años al medio natural gallego como es la invasión de la avisa asiática o velutina.

En los últimos tiempos la administración destinó medios a combatir esta amenaza, no obstante, siempre fue un sostén importante en esta batalla la labor de muchos colectivos ciudadanos integrados en su mayor parte por voluntarios que se dedicaban tanto a la retirada de nidos como al trampeo masivo para capturar a las reinas que, a su vez, crean nuevas comunidades.

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La lucha contra las velutinas durante la pandemia

El confinamiento que se ha decretado para intentar frenar la proliferación del Covid-19 está también dejando sin mucho margen de actuación a estos voluntarios que colaboran en la lucha contra la velutina en muchas comarcas y concellos, pues como tal deben respetar el aislamiento. Por ejemplo, sin ir más lejos, en Pontevedra son estos grupos de voluntarios, con apoyo del Concello, quienes llevan a cabo estas labores de trampeo y retirada de nidos en el rural del municipio. En el casco urbano esta labor de corresponde a los bomberos (quienes en los últimos días todavía retiraron varios nidos).

Y lo peor es que esta pandemia y la limitación de movimientos de estos voluntarios está coincidiendo, además, con la época en la que se debe llevar a cabo el trampeo masivo debido a la eclosión y fin de la hibernación de las reinas que construirán los nidos primarios que a su vez se convertirán en nuevos enjambres.

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El concejal de Medio Natural, Iván Puentes, reconocía ayer que con el obligado confinamiento por el Covid-19, la actividad de trampeo que realiza esta red de voluntarios en el rural está ahora mismo, en gran medida, paralizada. Así lo confirma también José María Domínguez, apicultor aficionado de Campañó y miembro de estos grupos contra la velutina del Concello de Pontevedra.

En su caso, explica que "tenemos un permiso al ser apicultores para ir hasta el punto en el que tenemos las colmenas y eso se aprovecha para instalar algunas trampas", pero reconoce que el confinamiento está provocando que la labor que llevan a cabo estos voluntarios sea más limitada y no puedan llegar a todos los espacios que desearían.

Lo mismo señala Alberto Mallo, apicultor aficionado y secretario de Depolgal, asociación ambientalista que se dedicaba al trampeo y retirada de nidos de velutina en Marín. La eliminación de nidos fue contratada posterioremente por el Concello a una empresa, Seaga, y ahora Mallo apunta a la conveniencia de que fuera esta concesionaria la que se dedicase en esta época al trampeo masivo en espacios públicos para paliar el déficit que se está dando por el confinamiento obligado de los voluntarios. "El trampeo es algo que hizo mucho daño a la velutina, pero con el confinamiento quién sabe como está eso ahora por fuera, en plena temporada", indica Mallo. "Todo lo que está cayendo ahora en las trampas son reinas, lo que supone que es un nuevo nido menos del que preocuparse", indica José María Domínguez desde Campañó.

Aún así, con las trampas instaladas únicamente en los lugares a los que tienen acceso, Domínguez explica que en quince días ya han eliminado unas 500 reinas solo en el municipio de Pontevedra. También llevan retirados unos 10 nidos embrionarios, "nidos iniciadores que construyen las propias reinas y del que saldrá un pequeño enjambre de 25 avispas que luego iniciará el definitivo" ya con un elevado número de individuos, explica este apicultor de Campañó.

Mallo y Domínguez coinciden en que sería positivo, para limitar el avance de la velutina, que todos aquellos particulares que tengan acceso a un pequeño jardín o finca sin romper el confinamiento pudieran instalar en esta época trampas para capturar al mayor número de reinas posible.

"Trampeo masivo"

También Xosé Manuel Feijoo, desde la asociación Vaipolorío, animó ayer a colocar trampas en donde sea posible para capturar el mayor número de reinas y destaca que el "trampeo masivo" se demostró fundamental en los últimos años para detener el avance de esta especie invasora.

El concejal de Medio Natural de Pontevedra, Iván Puentes, garantizaba ayer que los bomberos siguen trabajando activamente en la retirada de nidos y garantiza que todos los enjambres en lugares cercanos a viviendas u otras instalaciones serán retirados, pero reconoce que la labor de los voluntarios seguirá limitada mientras dure el estado de alarma. En cuanto se flexibilicen las medidas de confinamiento el grupo de voluntarios retomará la plena actividad con el apoyo municipal.

Desde el Concello también recuerdan que a finales del año pasado desde Vicepresidencia de la Xunta se anunció un sistema coordinado con los concellos para la retirada y control de los nidos. "Aunque Pontevedra ya se manifestó entonces interesada en sumarse a esa iniciativa de la Xunta, seguimos a la espera de contestación por parte del gobierno gallego".

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