No solo las personas enfermas reciben atención a domicilio, también aquellos que son más vulnerables, como es el caso de Ángel Montes, de 75 años, operado de cáncer que ha sufrido recientemente dos neumonías y padece del colón. "Tiene muchos problemas y no queremos exponernos para ponerlo en peligro", cuenta su mujer Carmen Pérez.
"Tenemos dos hijos, pero mi nuera trabaja en una residencia y mi hijo en un supermercado, por lo que los dos están expuesto al riesgo y tenemos miedo", cuenta la mujer. Por ello pidió al concello que les trajeran a casa los medicamentos necesarios. "No tenemos coche, apenas hay autobuses y yo no puedo ir andando hasta la farmacia", explica Carmen, preocupada también por la situación. Lamenta que su móvil es antiguo y no puede hacer videollamada con su familia, por lo demás, llevan bien la cuarentena gracias a su pequeña huerta y su terraza.